La "T" no logra encontrar la regularidad en el torneo

No termina de arrancar. Como un viejo auto que después de varios golpes y arreglos pareciera que encauza su camino pero termina quedándose, Talleres no puede, hasta el momento, encontrar la regularidad en la Superliga.

El importante triunfo sobre San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, donde ganó por primera vez en su historia, parecía que podía significar un inflador anímico para la "T", pero el equipo de Juan Pablo Vojvoda no jugó bien ante Aldosivi en el Kempes y empató sin goles en un pálido encuentro.

"El Matador" tiene 15 puntos en 12 partidos en el torneo, producto de cuatro triunfos, tres empates y cinco derrotas. A lo largo de su recorrido, la variedad de resultados se conjugó en sintonía con una identidad que aún no logra consolidarse. El equipo de memoria todavía no sale y la sonrisa de una alegría profunda se desdibuja con una nueva decepción posterior.

Le pasó este viernes, tras la victoria sobre el "Ciclón", y en su visita a Defensa y Justicia en Florencio Varela, en donde perdió luego del inolvidable 3-0 a Belgrano en el clásico.

Pasando en limpio: "El Albiazul" comenzó con dos traspiés (0-1 ante Boca y Rosario Central) y luego parecía que repuntaba e hilvanó dos triunfos seguidos (2-0 sobre Gimnasia y 1-0 a Godoy Cruz), pero en la quinta fecha cayó ante Unión en Santa Fe (1-2). 

Después empató con Vélez (1-1), no pudo con Patronato (1-2), goleó al "Pirata", tropezó ante "El Halcón", igualó frente a San Martín de Tucumán sin goles, venció a San Lorenzo y ahora sumó un punto con sabor a poco al recibir al "Tiburón".

La falta de gol y la ineficacia en ofensiva es uno de los puntos débiles de Talleres, que se contrasta con una solidez defensiva que se afianzó en los últimos choques (hace tres partidos que no le marcan). En la presente Superliga, gritó 10 tantos y Guido Herrera buscó la pelota en el fondo de la red nueve veces.

Al conjunto de barrio Jardín le quedan tres compromisos antes de que termine el año (Argentinos Juniors en La Paternal, Racing en Córdoba y Lanús en La Fortaleza) en los que buscará, mientras mira de reojo la superfinal entre Boca y River por la posibilidad de clasificar a la fase de grupos de la próxima Libertadores, cerrar el 2018 con una imagen más positiva.

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