El beso del final

Talleres

El beso del final

12/04/2019 | 22:51 |

Desde que volvió a la máxima categoría, la "T" subió su ilusión por escalera y la bajó en ascensor en el epílogo de los torneos. La última Superliga no fue la excepción. Ahora, tiene un nuevo desafío.

Por Juan Schulthess

La miró, la deseó y se animó. Las dudas lo invadieron al comienzo, cuando sentía que algo no andaba bien, pero tenía el objetivo claro, entre ceja y ceja, y siguió. Venía de un par de rechazos que le pesaban, e iba por la revancha. Se esforzó. Coqueteó toda la noche. Un par de luces que se fundían con el incipiente humo que copaba el ambiente lo encandilaron, pero no desviaron su atención. Parecía que la tenía. La abrazó, se acercó y la vio bien de cerca, pero algo falló al final.

El bajón de Talleres en el epílogo del torneo se repitió por tercera temporada consecutiva. Al igual que en su primera incursión después del ascenso y en el certamen del año pasado, en el sprint final de la carrera se quedó sin nafta y vio cómo le ocupaban el último asiento libre del colectivo cuando ya giraba para sentarse.

En el campeonato 2016/2017 de Primera División, "El Matador" finalizó en el puesto 15, de 30 equipos, gracias a la cosecha de 42 puntos en 30 partidos. Ganó 11, empató 9 y perdió 10, con 35 goles a favor y 30 en contra.

A falta de cuatro fechas, tras superar 2-1 a Atlético Tucumán en el Kempes, acarició la clasificación a la Copa Sudamericana, pero antes de salir de vacaciones cayó ante Temperley (2-1) y Gimnasia (1-0) y empató con Rosario Central (3-3) y San Lorenzo (1-1) y se quedó sin nada.

En la Superliga 2017/2018, la “T” se vistió de gala. Buen fútbol, solidez defensiva, entrega y contagio desde adentro hacia afuera, y desde afuera hacia adentro, eran los cimientos de un equipo que ilusionaba y que le llegó a pisar los talones a un poderoso Boca en la lucha por el título. Sin embargo, en la fecha 21 perdió agónicamente con el líder (y a la postre campeón) en La Bombonera y todo cambió.

Tras ese traspié, de 18 puntos posibles sólo sumó cinco: venció a Gimnasia, empató con Huracán y Olimpo y cayó frente a Independiente, Newell’s y Unión. De estar cómodo como escolta, terminó el torneo quinto y gritando en diferido el penal que Guido Herrera convirtió sobre la hora en Bahía Blanca, que en ese momento significó un agridulce 2-2 ante un conjunto descendido, pero que después representó un punto clave para clasificar a la fase previa de la Copa Libertadores.

Los 46 puntos logrados en 27 partidos, producto de 13 victorias, siete empates e igual cantidad de derrotas, el regreso al plano internacional y el amor creciente por el entrenador Frank Darío Kudelka, que llevó a la institución desde el Federal A al mayor torneo continental de América, fueron algunas de las rosas de una gran campaña, que bajó el telón con la espina de que merecía ser coronada con algo más.

En el torneo que acaba de culminar, la historia, cíclica, volvió a repetirse. Dividido en dos frentes, y con un 2019 que arrancó visiblemente mejor que lo que terminó el 2018, Talleres llegó a estar sexto en la Superliga, pero el ocaso del campeonato volvió a amargarlo.

A falta de tres fechas, y después de un resonante triunfo sobre Newell’s en Rosario, otra vez se quedó sin tomar un trago que ya tenía listo: perdió con Tigre, River y San Martín de San Juan y se fue de la zona de copas. Cerró la liga en el puesto 12, con 33 unidades en 25 encuentros, logradas tras nueve victorias, seis igualdades y 10 tropiezos, con 25 goles a favor y 24 en contra.

A lo anterior podría añadirse la actuación del “Albiazul” en la Copa Libertadores: triunfo soñado ante San Pablo en el Kempes, noche histórica en el Morumbí, empate frente a Palestino después de ir 2-0 arriba y decepción en Chile, también tras ir ganando. En la previa de su debut en la Copa de la Superliga, los dirigidos por Juan Pablo Vojvoda intentarán que, esta vez, no se les escape el beso del final.