Un conde vicioso y un invento milenario: la verdadera historia del sándwich

Cada 3 de noviembre, celebramos el Día Mundial del Sándwich, y la razón es tan peculiar como deliciosa. La fecha coincide con el nacimiento de un personaje que, sin buscarlo, se inmortalizó en la historia de la gastronomía: John Montagu IV, el cuarto conde de Sándwich.

Montagu, un noble inglés del siglo XVIII (1718-1792) con una vida de logros diplomáticos y políticos, no es recordado por sus cargos como Primer Lord del Almirantazgo. No. Su verdadera fama llegó gracias a su pasión desmedida por el juego de cartas.

Cuentan que el conde era un jugador empedernido, capaz de pasar días y noches sin levantarse de la mesa de naipes. El problema era que comer mientras jugaba resultaba incómodo y, peor aún, ¡ensuciaba las cartas!

"Su pasión era tal, que no se levantaba de la mesa ni para comer", relatan los historiadores.

La solución, ya sea ideada por él mismo o por su ingenioso cocinero, fue servir un trozo de carne (se dice que era un filete de buey) entre dos rebanadas de pan. Así, podía sostener su comida sin ensuciarse los dedos y seguir concentrado en la partida. ¡El sándwich había nacido como una solución de fast food aristocrática!

De aquisgrán a Hawái: un legado global

Rápidamente, la idea de Montagu se puso de moda entre la aristocracia que asistía a sus reuniones. El concepto de la \"carne entre panes\" se replicó y, desde entonces, se conoció popularmente con el nombre de su creador: Sándwich.

Aunque hoy la Real Academia Española lo define como "dos rebanadas de pan de molde entre las que se coloca jamón, queso, vegetales u otros alimentos", su ingreso al diccionario no fue fácil. En España, algunos puristas de principios del siglo XX renegaban de la "fea palabreja" y preferían el castizo "emparedado". 

Sin embargo, el sándwich se impuso e ingresó oficialmente a la RAE recién en 1927.

El legado de John Montagu IV fue tan extenso que incluso inspiró a otros exploradores. James Cook bautizó un archipiélago en el Pacífico como "Islas Sandwich" en su honor (hoy conocidas como Hawái), además de las actuales Islas Sandwich del Sur.

Hoy, el sándwich trasciende clases sociales y fronteras. Desde el sofisticado sándwich de miga triple hasta nuestro orgullo nacional, el choripán (reconocido como el quinto mejor sándwich del mundo), sigue siendo una solución rápida, rica y versátil que despierta la pasión de millones de personas en todo el planeta. Y todo, gracias a un noble que simplemente no quería soltar sus cartas.