Panorama sobre salud en el país
08/07/2025 | 07:46 | En el Día Mundial de la Alergia, los expertos advierten sobre la variedad de síntomas que pueden afectar distintas partes del cuerpo, con un 20% de la población adulta afectada en el país.
La alergia se define como una respuesta anómala del sistema inmunológico ante alérgenos, que pueden incluir polen, ácaros del polvo, ciertos alimentos, medicamentos o animales. Esta afección, lejos de ser un problema menor, ha mostrado un incremento significativo en su incidencia a lo largo de los últimos años.
Se estima que más de 8 millones de argentinos padecen alguna forma de alergia, según la Asociación Argentina de Alergia (AAAeIC), y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que más del 30% de la población global puede experimentar algún tipo de manifestación alérgica. Entre los factores que contribuyen a esta tendencia se encuentran la predisposición genética, el cambio climático y la creciente contaminación ambiental.
“Los pólenes responsables de los síntomas alérgicos más frecuentes en Argentina son los de gramíneas, el olivo, el plátano y las cupresáceas. En niños, los alimentos que más se asocian a reacciones alérgicas suelen ser la leche y el huevo, mientras que en los adultos predominan los frutos secos, los mariscos y ciertos vegetales. Por otro lado, reacciones a ciertos medicamentos, sobre todo antiinflamatorios no esteroideos y antibióticos beta-lactámicos como la penicilina, son frecuentes”, afirmó la Dra. Valeria El Haj.
Los síntomas alérgicos pueden variar considerablemente, afectando distintas áreas del cuerpo: en la nariz, presentan goteo, congestión y estornudos; en los ojos, se manifiestan con enrojecimiento y lagrimeo; mientras que en la piel se pueden observar erupciones y urticaria. Además, pueden surgir síntomas respiratorios como tos o sibilancias, gastrointestinales como vómitos o diarrea, y otros síntomas como debilidad general o picazón en la garganta.
“En situaciones más extremas, la reacción alérgica puede desencadenar crisis severas o un shock anafiláctico, caracterizado por inflamación grave, dificultad para respirar y caída de la presión arterial, con un potencial riesgo de vida si no se atiende de inmediato”, confirmó la directora médica de Ospedyc.
La detección temprana es crucial para el tratamiento y control de las alergias. Un alergista puede realizar pruebas cutáneas como el “prick test”, donde se coloca una pequeña cantidad de alérgeno en la piel del antebrazo para evaluar la reacción. También se pueden efectuar análisis de sangre que determinan los niveles de anticuerpos IgE, que son proteínas producidas por el sistema inmunológico en respuesta a alérgenos.
Estos estudios permiten confirmar el diagnóstico y guiar el tratamiento más adecuado para cada paciente. La Dra. El Haj mencionó: “El tratamiento dependerá del tipo y severidad de la alergia y puede incluir antihistamínicos, colirios, sprays nasales, corticoides y, en algunos casos, inmunoterapia. Esta última es el único tratamiento capaz de modificar el curso de la enfermedad y requiere supervisión especializada. Recientemente, se han desarrollado tratamientos innovadores como la desensibilización a medicamentos o alimentos, especialmente útiles para quienes tienen alergias severas.”
Aunque no es posible prevenir todas las alergias, sí se pueden implementar medidas para reducir la exposición a alérgenos y minimizar los síntomas. Estrategias como evitar actividades al aire libre durante días de alta concentración de polen, usar gafas de sol y mascarillas, cambiarse de ropa y ducharse al llegar a casa, mantener los espacios limpios y ventilados, y utilizar aspiradoras con filtros especiales, son algunas recomendaciones. También, se sugiere evitar mascotas o plantas en los dormitorios y portar una identificación médica en caso de alergias alimenticias o a medicamentos.
“En todos los casos, ante sospechas de reacciones alérgicas, es esencial acudir a un especialista que pueda realizar una evaluación clínica, solicitar los estudios pertinentes e iniciar un tratamiento individualizado. Vivir con alergia es viable, siempre que se cuente con un diagnóstico apropiado, seguimiento profesional y las medidas necesarias para prevenir complicaciones,” finalizó la Dra. El Haj.