Cuestionable costumbre
05/03/2018 | 07:23 | El festejo de alumnos del último año del secundario preocupa a padres y docentes por el consumo de alcohol y el estado en el que algunos chicos llegan a la escuela.
Audios
El Navegador no soporta HTML5 audio
En San Francisco un sexto año festejó el último primer día (Informe de Osvaldo Soria)
El Navegador no soporta HTML5 audio
En Buenos Aires también es un tradición de las promociones (Por Ariel Rodríguez).
La fiesta del "Último primer día", conocida como UPD, ya es una costumbre entre los adolescentes argentinos que festejan el inicio de lo que va a significar su último año escolar, es decir, el inicio del cierre de una de las etapas más significativas de la vida.
La celebración despierta polémica y preocupación por el consumo de alcohol y el estado en el que algunos chicos llegan a la escuela.
El año pasado se viralizó un video donde se veía a la rectora de la escuela secundaria Media Nº 3, de Misiones, Susana Marcollini, pedirle a los alumnos de quinto año que no entraran a la escuela en mal estado.
La idea del festejo consiste en reunirse, disfrazarse, llevar aerosoles con espuma y cotillón, y llegar a la escuela el Primer Último Día de clase sin dormir.
El rito se convirtió en un problema cuando los chicos comenzaron a consumir alcohol, a realizar actos de vandalismo, cortar calles y a tirar pirotecnia, lo que despertó quejas del resto de la comunidad.
En los últimos años, los municipios se involucraron para impedir que se desaten disturbios en la vía pública.
En San Francisco, Córdoba, la promoción 2018 de la Escuela Normal Nicolás Avellaneda celebró en la entrada del colegio e hicieron una prolija pintada sobre el asfalto en la entrada del colegio.
En tanto que en en Palermo también los adolescentes adhirieron a esta tradición y se presentaron en la madrugada sin dormir con bombos y redoblantes para celebrar.