El padre fue un referente en Córdoba por su ayuda a los más pobres.

Dolor entre los feligreses

Último adiós al sacerdote Justo Irazábal, conocido popularmente como el "Cura Vasco”

09/01/2012 | 06:01 | Fue velado en la iglesia Jesucristo Salvador del Mundo, en barrio Comercial, donde comenzó su trabajo religioso. Ayer, sus restos fueron cremados en el cementerio La Floresta, camino a Alta Gracia. El padre murió el sábado por un cáncer.

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Rosa Cativa amiga personal del Cura confirmó la triste noticia a Cadena 3

El sacerdote Justo Irazábal, conocido como el "Cura Vasco" y referente de compromiso con los más pobres, murió a los 84 años en la ciudad de Córdoba.

El "Cura Vasco", que pasó gran parte de su vida en Villa Angelelli, un asentamiento de la periferia sur donde viven unas 750 familias, falleció el sábado alrededor de las 18 en el Hogar San Camilo, donde vivió en los últimos años por problemas de salud, ya que padecía cáncer.

Rosa Cativa, amiga personal del padre referente del compromiso hacia los pobres, confirmó la triste noticia a Cadena 3.

“Estaba acompañado por amigos. Gracias a Dios estaba al lado. Murió tranquilito, serenito. Murió acompañado de los amigos”, dijo Cativa.

Además agregó: “Estamos en el hogar, las hermana lo han vestido y lo vamos a bajar a la capilla para que las hermanas le den el último adiós. Pero su deseo era que lo velaran en la parroquia de barrio comercial donde el comenzó su vida sacerdotal y su deseo también era que lo cremáramos”.

Desde la mañana de hoy sus restos fueron velados en la Parroquia Jesucristo Salvador del Mundo de barrio Comercial. A las 11.30 se realizó una misa de cuerpo presente para despedir al “Cura Vasco” y a las 15 horas partió el cortejo fúnebre al cementerio La Floresta donde se realizó la cremación.

El sacerdote Irazábal nació el 26 de mayo de 1927 en Pehuajó, Buenos Aires, y luego fue a Córdoba a estudiar Medicina, pero abandonó esa carrera para ingresar al seminario, donde desde siempre quedó enrolado en la tendencia de los "curas obreros".

Al finalizar la dictadura militar se fue a barrio Comercial, cercano a la zona de lo que sería Villa Angelelli, un lugar con varios asentamientos que el cura organizó y a los que a lo largo del tiempo les fue consiguiendo los servicios indispensables.

Irazábal bautizó al barrio con el nombre de Monseñor Enrique Angelelli, sacerdote de quien fue amigo y que murió asesinado durante la dictadura.