Estación Juárez Celman
19/01/2017 | 07:12 | Roxana López y Raúl Gustavo Peretti cumplieron hoy seis años y eligieron unirse para toda la vida. Él es un colectivero jubilado, ella empleada doméstica. Se conocieron en la punta de línea de Tamse.
Audios
El Navegador no soporta HTML5 audio
"Se nos ocurrió para no perder las raíces", dijo el novio (Informe de R. Fontanari)
Roxana Beatriz López y Raúl Gustavo Peretti se casaron este miércoles en la plaza de Estación Juárez Celman, frente a la municipalidad, en una ceremonia que vio a todos vestidos de gauchos, incluida la intendenta, quien la presidió.
“Esta idea surge porque venimos mamando ya desde chicos los asuntos de campo y se nos ocurrió como para no perder las raíces, las tradiciones, las costumbres camperas”, dijo a Cadena 3 Raúl, de 58 años.
El novio se calzó unas alpargatas, su mejor bombacha, una faja tradicional, camisa y pañuelo al cuello.
La pareja llegó a la plaza en sulky, donde esperaban los 30 invitados, igualmente ataviados a la manera gauchesca.
Cuando se bajaron comenzaron a sonar, interpretadas por un folclorista local, las estrofas de la zamba con la cual Raúl conquistó a Roxana que comienza “Desde siempre y para siempre, contigo estaré”, de los Manseros.
Myriam Prunotto, la intendente de Juárez Celman, ofició la ceremonia,
Roxana, flamante novia, declaró entre risas y lágrimas: “Ya está, ya se nos pasaron los nervios, ahora ya no se puede soltar”.
Y habló de la decisión de casarse en la fecha de su aniversario: “Por eso decidimos este día para seguir festejándolo de ahora en adelante. Antes lo hacíamos viviendo juntos, y ahora siendo marido y mujer”.
Los invitados disfrutaron de un menú de empanadas fritas, como es tradición en el campo.
Raúl era divorciado, padre de cuatro hijos y hasta bisabuelo, Roxana también es divorciada y madre de cinco hijos. Ninguno de los dos había pensado en volverse a casar otra vez.
"Nunca es tarde para enamorarse", esgrimió ella como explicación.
“Es como que ya no hay más nada que decir. A emprender una vida nueva y a aprender a ser obediente”, comentó Peretti. La novia respondió, riendo: "Sí, mí amor".
Se conocieron un día en la punta de línea de Tamse de barrio Guiñazú, él aún era chofer y ella trabajaba para una cooperativa de limpieza.
Informe de Roberto Fontanari