Crisis de salud en Argentina
28/06/2025 | 10:20 | El ex PAMI trazó un alarmante diagnóstico sobre la salud en el país. Denunció que la Legislatura de Buenos Aires gasta el doble que el Garrahan y resaltó la crisis de malnutrición infantil.
El exdirector del PAMI Carlos Regazzoni alertó sobre la crisis del sistema de salud pública en Argentina y denunció la inadecuada distribución de recursos. “Un millón de chicos se acuesta con hambre y al día siguiente asiste a la escuela”, afirmó.
El conflicto en el Hospital Garrahan volvió a visibilizar el deterioro estructural del sistema de salud en el país. En una entrevista con Rivadavia AM 630, Regazzoni ofreció un diagnóstico contundente y respaldado con datos sobre la crisis sanitaria, evidenciando el colapso general del sistema hospitalario y la ineficaz asignación de recursos públicos.
“El sistema de salud público argentino está en crisis. Este deterioro no es algo reciente. Desde la pandemia el sistema ha colapsado, y ahora enfrentamos una bomba de tiempo que ha estallado”, aseguró Regazzoni. “No se trata solo de salarios y presupuesto, sino que además hay más enfermedades, mayor demanda y menos recursos”, agregó.
Respecto al Garrahan, el hospital pediátrico más destacado del país, el exfuncionario fue claro: “Este año el Garrahan sufrirá un gasto de 190 mil millones de pesos. Esta cifra es equivalente al presupuesto que posee la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para su funcionamiento anual. Además, la legislatura de la provincia de Buenos Aires invierte el doble: 300 mil millones”.
“La Defensoría del Pueblo y el Consejo de la Magistratura tienen un costo similar al de cinco institutos. Esto es un despropósito que viene de años. No podemos continuar ignorando esta realidad”, aseveró.
Regazzoni mencionó que el sistema de salud argentino está desorganizado y colapsado. “Por ejemplo, hay paros en el Garrahan, en clínicas privadas, en el Posadas y en toda la provincia. Obras sociales como IOMA no brindan ambulancias. El resultado es directo: más muertes”, expresó.
“La salud pública recibe cada vez más personas que provienen del sistema privado y de las obras sociales, que ya no están dando respuesta. La demanda crece, pero el presupuesto no aumenta. Mientras tanto, el sistema se mantiene ineficiente y fragmentado”, alertó.
También criticó la descentralización de la salud durante el menemismo: “Eso resultó ser un desastre. Las provincias asumieron responsabilidades que no pudieron mantener, lo que llevó a la mala política a los hospitales. Hay clientelismo, corrupción y descontrol”.
Entre los datos más preocupantes que compartió, Regazzoni subrayó la crisis de salud bucal en niños y jóvenes. “El 4% de los jóvenes en Argentina tiene menos de 20 dientes al cumplir 20 años. Esto resulta en una dentadura no funcional. No se pueden realizar implantes, solo se ofrecen prótesis. Los implantes cuestan entre 5 y 7 millones por diente”, indicó.
“Argentina enfrenta la peor crisis de dentición en América Latina. Esto está relacionado con la pobreza, la malnutrición, la falta de prevención en escuelas y también con el consumo de drogas”, afirmó.
Además, alertó sobre cómo la desnutrición impacta en el desarrollo físico: “Desde hace 25 años, los argentinos no aumentamos nuestra estatura promedio. Asimismo, la obesidad infantil sigue en aumento. En las escuelas públicas, un 35% de los niños tiene sobrepeso”.
“La escuela debería ser el lugar donde se detecten y prevengan muchas de estas problemáticas. Pero no se ha hecho nada en los últimos 30 años”, advirtió.
También se refirió al deterioro del calendario de vacunación: “En Argentina, un 15 a 20% de los adultos no cuentan con cobertura contra el sarampión, a pesar de ser una vacuna obligatoria”.
“La escuela es el lugar donde se invierte más tiempo en la vida: 4 horas diarias, 180 días al año, durante al menos 7 años. Y no hacemos nada al respecto. Ahí comienzan muchas enfermedades, trastornos alimentarios y adicciones. Nadie está abordando esto”, lamentó.
“La salud en Argentina es un 30% menos eficiente que en Brasil o Chile. Si allá salvar una vida cuesta tres pesos, aquí cuesta cinco. Esto es ineficiencia. Se repiten estudios, las ambulancias tardan en llegar, no existe una historia clínica única. Todo ello se traduce en muertes”, destacó.
Denunció también la caída de la expectativa de vida: “En Estados Unidos, que gasta el doble que Alemania en salud, tienen cuatro años y medio menos de esperanza de vida. No estamos lejos de esa realidad. Lo privado no brinda soluciones a estos problemas. El cambio requiere más recursos, pero también mayor organización y control”, subrayó.
“Contamos con médicos brillantes, una rica tradición en medicina y capacidad instalada. Pero sin recursos ni una reorganización, el futuro es incierto”, concluyó Regazzoni.
Finalmente, cerró con un dato impactante: “Mientras discutimos sobre incrementos salariales en el Garrahan, la Legislatura provincial gasta el doble que el hospital. Esa es la verdadera enfermedad que enfrenta Argentina: la mala política”.