Misterio y furor en redes
05/06/2025 | 20:05
Redacción Cadena 3
Un escalofriante hallazgo en una obra en construcción en el barrio porteño de Coghlan ha desatado un enigma que mezcla historia, música y un oscuro secreto enterrado.
Los restos óseos humanos descubiertos el pasado 20 de mayo en una casona de la avenida Congreso al 3700, donde el legendario músico Gustavo Cerati vivió entre 2001 y 2003, pertenecen a un joven varón de entre 20 y 22 años, según los primeros análisis forenses.
La investigación, que ha conmocionado a los vecinos y a los seguidores del exlíder de Soda Stereo, comienza a desentrañar un caso que podría remontarse a tres décadas atrás.
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/Fin Código Embebido/El hallazgo ocurrió durante las excavaciones para construir un edificio en el terreno donde alguna vez se alzó una casona centenaria, alquilada por Cerati a la artista plástica Marina Olmi.
Mientras los obreros trabajaban en una medianera, un trozo de tierra se desprendió, dejando al descubierto huesos humanos y objetos personales, como relojes y ropa. La escena, descrita como inquietante por los trabajadores, llevó a una inmediata llamada al 911, lo que activó la intervención de la Policía de la Ciudad y la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº61, encabezada por el fiscal Martín López Perrando.
Según el informe preliminar de antropología forense, los restos corresponden a un varón joven, de contextura física desarrollada, que habría fallecido alrededor de 1995, unos seis años antes de que Cerati ocupara la vivienda.
La fosa donde se encontraron los restos, de apenas 1,20 metros de largo, 60 centímetros de ancho y 40 centímetros de profundidad, sorprendió a los investigadores por su reducido tamaño. “Evidentemente, no había mucho tiempo para cavar demasiado”, señaló una fuente cercana a la investigación, sugiriendo que el entierro pudo haber sido apresurado.
La casona de Coghlan, demolida meses atrás, no solo fue el hogar temporal de Gustavo Cerati, sino también un punto de encuentro para figuras icónicas del rock argentino, como Charly García, Fito Páez, Hilda Lizarazu y Luis Alberto Spinetta.
Marina Olmi, última propietaria del inmueble, lo describió como un lugar lleno de vida artística, con un amplio jardín y dos construcciones que servían como espacios de creación. Sin embargo, la propiedad también tiene un pasado más antiguo: antes de ser adquirida por Olmi hace tres décadas, funcionó como un geriátrico y, aún antes, como una capilla vinculada a la parroquia Santa María de los Ángeles.
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Estos antecedentes han abierto múltiples hipótesis. Los investigadores no descartan que los restos puedan estar relacionados con el período en que la casa albergaba un geriátrico, o incluso con un episodio más antiguo, posiblemente ligado a la capilla.
La presencia de objetos como relojes y ropa encontrados en la fosa está siendo analizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que busca determinar no solo la data exacta de la muerte, sino también posibles lesiones o enfermedades que pueda revelar el esqueleto.
La investigación, bajo el rótulo de “averiguación de delito”, avanza con cautela. El fiscal López Perrando ordenó el levantamiento de los restos el 29 de mayo, y ahora el foco está puesto en reconstruir el historial de la propiedad.
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“Estamos ordenando y lavando los restos óseos para practicar análisis más profundos. Todas las hipótesis están abiertas”, indicó una fuente judicial a TN. Entre las posibilidades, se baraja desde un entierro irregular hasta un hecho violento, aunque no hay indicios que vinculen directamente el caso con el tiempo en que Cerati vivió allí.
El hallazgo ha resonado profundamente entre los fanáticos del músico, fallecido en 2014 tras cuatro años en coma. En redes sociales, algunos evocaron la letra de “Crimen”, una de las canciones más emblemáticas de Cerati, que habla de una herida que permanece bajo la superficie. “Es como si la casa guardara un secreto que resonara con la poesía de Gustavo”, escribió un usuario en X, reflejando el tono poético y misterioso que envuelve el caso.
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