Por un short de Peñarol, barras de Vélez atacan a policías que jugaban un picado

En una noche que prometía celebraciones por la victoria de Vélez Sarsfield ante Peñarol en el debut del Grupo H de la Copa Libertadores, el fútbol argentino volvió a ser escenario de un nuevo episodio de violencia que dejó en evidencia las tensiones latentes en el ambiente. 

Esta vez, el incidente no ocurrió dentro del estadio José Amalfitani, sino en una cancha de fútbol 5 ubicada a pocos metros, donde un grupo de barras del "Fortín" protagonizó un ataque inesperado contra policías que jugaban un partido informal.

El hecho, que tuvo lugar el miércoles por la noche en el complejo "Esquina Vélez Fútbol", en la intersección de Juan B. Justo y Barragán, Liniers, comenzó como una chispa aparentemente insignificante: un pantalón corto de Peñarol que uno de los agentes policiales, que se encontraba de franco y vestido de civil, llevaba puesto durante el "picadito". 

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Según el parte policial, este detalle desató la furia de un sector de la barra brava de Vélez, que, aún eufórica por la agónica victoria 2-1 contra el equipo uruguayo, pasó por el lugar tras la desconcentración del público en el estadio.

Los insultos desde el alambrado fueron el preludio de un caos que rápidamente escaló. Los barras, en un acto de provocación, decidieron ingresar al complejo deportivo armados con palos y comenzaron a agredir a los policías. Lo que empezó con empujones y gritos se transformó en una batalla campal: puños, patadas y palazos se convirtieron en el lenguaje de un enfrentamiento que nadie pudo detener de inmediato.

En medio del tumulto, uno de los agentes, en un intento desesperado por disuadir a los agresores, corrió hacia su bolso, sacó su arma reglamentaria y disparó al aire. Sin embargo, lejos de calmar los ánimos, el gesto exacerbó la situación. Uno de los barras, en un acto aún más temerario, abrió la mochila de otro policía, extrajo su arma y apuntó directamente a los efectivos. Afortunadamente, los agentes mantuvieron una actitud pasiva, y el agresor, al no obtener reacción, dejó el armamento y regresó a la pelea a golpes.

Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del complejo, que suelen grabar los partidos, son elocuentes: un "todos contra todos" en el que no hubo cuartel. Corridas, caídas y una violencia descontrolada que solo pudo ser contenida con la llegada del personal de Despliegue Intervenciones Rápidas (DIR) de la Policía Federal Argentina.

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El saldo del enfrentamiento fue alarmante: 34 personas detenidas en el momento, de las cuales 21 permanecen bajo arresto. Entre ellos, 14 son miembros de la barra brava de Vélez, mientras que los otros siete son policías. Todos fueron retenidos dentro de la cancha durante la noche, y este jueves serían trasladados al penal de Madariaga.

El caso, que ya está en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nro. 4, a cargo del fiscal Martín Yadarola, ha generado una ola de indignación y preocupación. Fuentes policiales confirmaron que la Dirección de Asuntos Internos inició un sumario administrativo para investigar la conducta de los agentes involucrados, mientras que los barras identificados enfrentarán prohibiciones para ingresar a estadios.