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Ansiedad digital
22/07/2025 | 14:33
Redacción Cadena 3
En la actualidad, la mensajería instantánea ha transformado la forma en que las personas se comunican. Un fenómeno que ha surgido en este contexto es el envío de mensajes palabra por palabra a través de plataformas como WhatsApp. Esta práctica, más allá de ser una simple elección estilística, revela aspectos más profundos relacionados con la ansiedad comunicativa, la búsqueda de atención y la inseguridad en las relaciones interpersonales.
La “texting anxiety”, o ansiedad por la interpretación y respuesta, se presenta como una de las principales razones detrás de este comportamiento. Esta condición implica una preocupación excesiva sobre cómo será recibido el mensaje, así como el temor a ser malinterpretado o a recibir una respuesta tardía. La fragmentación de los mensajes puede ser un mecanismo para obtener validaciones inmediatas, como preguntas directas que buscan confirmar si el receptor está prestando atención, tales como “¿me estás leyendo?” o “¿sí?”. Esto busca reducir la incertidumbre en la interacción.
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Los fanáticos de la saga pueden personalizar su experiencia en WhatsApp.
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Además, las personas que padecen ansiedad social tienden a emplear conductas de “seguridad”, como enviar mensajes parciales para mantener el control sobre la conversación. Este tipo de comunicación puede ser un indicador de una baja autoestima o ansiedad, ya que aquellos que fragmentan sus mensajes a menudo no confían plenamente en su capacidad de transmitir un mensaje claro o en la atención del receptor.
Este comportamiento también puede tener consecuencias en la dinámica de la comunicación. Recibir múltiples partes de un mensaje puede resultar irritante o aburrido para el receptor, lo que podría disminuir su disposición a responder. Asimismo, la espera de una respuesta puede incrementar la ansiedad del emisor, creando un ciclo de validación y refuerzo negativo. En relaciones más cercanas, este estilo de comunicación puede sugerir una dependencia emocional y una falta de autonomía en la interacción.
Para abordar esta situación, es fundamental reconocer el patrón de fragmentación y la ansiedad asociada. Se recomienda practicar la redacción de mensajes completos que contengan la idea central, lo que facilita la comprensión tanto para el emisor como para el receptor. Incrementar la tolerancia a la pausa es otra estrategia importante; entender que la falta de respuesta no implica un rechazo personal puede ayudar a reducir la ansiedad. Finalmente, simular conversaciones con pausas de uno a dos minutos antes de enviar un mensaje completo puede reforzar la confianza en la comunicación.
En conclusión, el envío de mensajes palabra por palabra no es simplemente un estilo de escritura. Puede ser una manifestación de angustia interna, un deseo de control y una necesidad de atención inmediata. Sin embargo, esta conducta es reversible. Reconocer el patrón, practicar la comunicación integral y desarrollar tolerancia a la incertidumbre son pasos clave para mejorar no solo la comunicación digital, sino también las habilidades emocionales y relacionales.
¿Qué fenómeno ha surgido en la mensajería instantánea? El envío de mensajes palabra por palabra a través de plataformas como WhatsApp.
¿Qué es la “texting anxiety”? Es la ansiedad por la interpretación y respuesta, que provoca preocupación sobre cómo será recibido un mensaje.
¿Qué conductas emplean las personas con ansiedad social? Tienden a enviar mensajes parciales para mantener el control sobre la conversación.
¿Cuáles son las consecuencias de fragmentar los mensajes? Puede resultar irritante para el receptor y aumentar la ansiedad del emisor.
¿Qué se recomienda para mejorar la comunicación? Practicar la redacción de mensajes completos y aumentar la tolerancia a la pausa en la comunicación.
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