Pato Pampa: más que una marca de ropa, una historia familiar y de trabajo

En un rincón de la industria textil argentina, una historia de legado, esfuerzo y visión logró convertirse en sinónimo de calidad nacional. Se trata de Pato Pampa, una marca que nació del sueño de un hijo de sastres y que hoy, más de dos décadas después, es una referencia en diseño, moda consciente y compromiso con el trabajo argentino.

"Empecé en la empresa de mi padre en 1978. Siempre quise tener mi propia marca, pero recién en 2001, en plena crisis, me animé a arrancar", cuenta Juan José Bertolino, el fundador de la marca. Lo que parecía una quimera se transformó en una historia de éxito.

Desde sus inicios, Pato Pampa priorizó la calidad por encima de todo. “Primero la calidad, segundo la calidad y después todo lo demás”, resumen desde la empresa. Esa filosofía no se perdió, incluso cuando la marca creció, se diversificó y empezó a mirar más allá del mercado masculino.

El salto hacia una propuesta integral

Por demanda del público y atentas al rol protagónico de la mujer como la encargada de decidir la compra, las colecciones femeninas comenzaron a tomar forma. Primero tímidamente, luego con fuerza: en 2021, Pato Pampa lanzó su línea de mujer de manera formal. "Escuchamos al mercado, y las clientas pedían una propuesta para ellas, que no fuera deportiva pero sí cómoda, versátil, con onda y de calidad", explica Lucrecia Bertolino, gerenta creativa.

Hoy, la marca cuenta con una propuesta completa para ambos géneros, incluyendo opciones casuales, de sastrería y líneas para uso diario o para eventos especiales. Todo, manteniendo la esencia original.

Algodón nacional, diseño con propósito

Uno de los proyectos más ambiciosos de la empresa es su compromiso con el algodón argentino. En alianza con productores chaqueños y el INTA de Sáenz Peña, la marca impulsa el desarrollo de una fibra nacional de calidad premium, comparable al algodón peruano. “Queremos que el algodón se coseche, se hile, se tiña y se confeccione en origen. Que el valor agregado quede en el interior del país”, dicen. La visión va más allá de la moda: una universidad textil en el Litoral es parte de los sueños en marcha.

Diseño con conciencia

Cada colección de Pato Pampa tiene un concepto: “La temporada pasada se llamó Propósito, y la actual se llama Hoy. Buscamos que la ropa no solo vista, sino que comunique una actitud, una forma de ver el mundo”, explicaron. Con materiales nobles, fibras naturales y textiles certificados, la marca pone el foco en la sostenibilidad, el trabajo artesanal y la identidad local.

Rumbo a la internacionalización

Con locales en expansión en Buenos Aires y planes de desembarco en ciudades clave como Rosario, Salta y Jujuy, Pato Pampa ya mira hacia el exterior. La marca fue registrada en casi toda Latinoamérica y participa de ferias internacionales como la de Cantón, en China, en busca de tecnología y materiales que potencien sus prendas.

"Pasamos muchas crisis, pero nunca dejamos de apostar. Pato es parte de mi vida, es como un hijo: me da satisfacciones y también dolores de cabeza, pero lo disfruto cada día", dice su fundador, con emoción y orgullo.

Pato Pampa es más que una marca de ropa: es una historia de familia, de trabajo, de resiliencia y de país. Hecho en Argentina, bien hecho.