Microplásticos

Opinión

Microplásticos

13/09/2021 | 11:21 | Por Cynthia Zak. 

Cynthia Zak

Plastiquitos, minis, chiquitos, imperceptibles, cuasi invisibles, peligrosas miniaturas que contaminan el planeta y nuestro cuerpo, con más potencia todavía que los burdos plásticos grandes.

Son un peligro absoluto que rara vez podemos observar con la vista pero que se han convertido en una de las fuentes de contaminación más fuertes y difíciles de erradicar.

No hay un consenso dentro de la comunidad científica sobre el tamaño que se considera micro plástico pero la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) utiliza el parámetro de menos de cinco milímetros de diámetro para definirlos.

Estos contaminantes salen de fuentes diversas y, en su gran mayoría, están relacionados con productos que usamos cotidianamente. 

Los llamados microplásticos primarios lanzan partículas al medio ambiente. Por ejemplo, el roce de las cubiertas de los autos en el asfalto representa el 28% de estos pedacitos casi invisibles y el lavado de ropa sintética implica casi un 35%. 

Los secundarios son producidos por la degradación de plásticos grandes como las botellas, bolsas, utensilios para pesca y representan el alarmante porcentaje de entre el 69% y el 81% de los plásticos que se encuentran en los océanos.

La gravedad de esto es absoluta ya que la mayoría de objetos plásticos que usamos, desde un sorbete hasta un plato o vaso, tienen una vida útil de 15 minutos y necesitan entre 400 y 1000 años para desintegrarse.

Lo más peligroso es que estos microplásticos se encuentran en grandes cantidades en animales marinos y peces que luego consumimos los humanos y, aunque no hay estudios concretos de los efectos sobre el cuerpo, es obvio que la alta toxicidad se aloja en tejidos y músculos de manera invisible pero certera.

Las imágenes de los mares de plástico son escandalosas, aunque lo verdaderamente terrorífico es este enemigo mini con alto poder destructivo en grandes cantidades. La ONU ya dijo en el año 2017 que se encontraban 51 mil millones de partículas micro plásticas en los océanos y que,  inexorablemente, están presentes en lo que comemos y bebemos, incluida el agua potable.

Datos indispensables

Se producen por año 400 millones de toneladas de plástico y cada minuto se venden un millón de botellas de plástico en el mundo. De más está decir que dejemos de comprar botellas y botellitas de agua, obviar los sorbetes, reciclar las tapas, frascos y envases de cientos de productos que usamos de manera inconsciente. Cada granito de arena aporta al cambio planetario y sobre todo somos un espejo para los demás.

A continuación, una lista concreta de algunas medidas de las cuales nos podemos hacer eco de inmediato.

En tu baño:

-Cambiá tu cepillo de diente común por uno biodegradable, con cerdas naturales

-No compres maquinitas de afeitar descartables o al menos observa si puedes adquirir productos hechos con plásticos reciclados por ejemplo

-Leé las etiquetas de tus productos de belleza, incluidos jabones, shampoo, etc para confirmar que no han sido sujetos a experimentos con animales (libres de crueldad animal) y que los envases son hechos de reciclados.

En tu cocina:

-Evitá el uso de sartenes recubiertas con teflón, para hacer este antiadherente se usa un solvente que se llama ácido perfluorooctanoico (PFOA) que es extremadamente tóxico, el teflón se deteriora fácilmente y este compuesto químico comienza a salir ingresando a la comida, agua potable, etc.

-Reemplazá los químicos, detergentes etc, por productos biodegradables basados en vinagre o bicarbonato de sodio, este cambio colabora con la limpieza del medio ambiente y a la vez restringe el uso de envases plásticos que terminan en la basura.

Si haces una fiesta:

-Intentá reemplazar los globos inflables en las fiestas de cumpleaños por otros adornos que celebren la ocasión sin impactar en el medio ambiente. Ya sea inflado por boca o con helio un solo globo de poliuretano tarda 450 años en degradarse, y los que se lanzan al cielo se elevan a una altura aproximada de 8 kilómetros para fragmentarse en hebras largas. 

Según una investigación de la Universidad de Tasmania, los globos son el riesgo de mortalidad número uno para las aves marinas debido a que forman parte de los desechos marinos: la ingestión de un globo o fragmento de globo es 32 veces más probable que cause la muerte a las aves que la ingestión de plástico duro. Aunque creas que un par de globos no hacen la diferencia te aseguro que si los evitas estas aportando tu granito de arena para poner el freno a los microplásticos.

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