Justicia en Salta
04/07/2025 | 13:17 | Leonardo Cositorto, jefe de Generación Zoe, fue condenado a 11 años de prisión en Salta por estafas. La sentencia se dictó en una audiencia transmitida por YouTube.
Leonardo Cositorto, al frente de Generación Zoe, recibió una condena de 11 años de prisión por múltiples estafas y asociación ilícita en Salta.
El fallo se conoció el viernes en la provincia mencionada, donde se determinó que Cositorto había ejecutado 118 estafas, y el veredicto se dio a conocer durante una sesión pública transmitida por YouTube.
El Tribunal N 1, dirigido por el juez Martin Pérez, determinó que Cositorto permanecería en el centro penitenciario local.
Otros tres coimputados también fueron condenados. Ricardo Gabriel Isaac Vilardell recibió 7 años de prisión como miembro de la asociación ilícita y está involucrado en las estafas. El tribunal ordenó que se levantara la restricción cautelar que se le había otorgado y dispuso su ingreso a la cárcel.
En la misma línea, Jorge Federico Vilardell fue condenado a 5 años de prisión por los mismos delitos, siendo su detención y traslado a la penitenciaría inmediato.
Por otro lado, Ana Lucía de Los Ángeles Vilardell fue sentenciada a 3 años de prisión de ejecución condicional, que implica que no irá a prisión a menos que incumpla las condiciones impuestas.
Los delitos se clasificaron bajo los artículos 210 (asociación ilícita), 172 (estafa), 55 (delito continuado) y otras normativas pertinentes del Código Penal argentino.
La sentencia también incluyó medidas accesorias, el pago de costas procesales y la entrega de bienes secuestrados como parte del proceso judicial.
La fiscal Ana Inés Salinas Odorisio verificó que Generación Zoe causó un daño económico a las víctimas por un total de $776.834.153.
En su alegato, la fiscal solicitó 14 años de prisión para Cositorto, variando las penas para los demás imputados: 8 años para Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, 6 años para Jorge Federico Vilardell, 4 años para Ana Lucía de los Ángeles Vilardell y 3 años y 6 meses para Vilma Griselda Albornoz.
La acusación destacó que durante el juicio se evidenció la responsabilidad de los acusados a partir de más de 100 testimonios presentados, lográndose probar la existencia de una organización ilícita liderada por Cositorto, que asignó roles y funciones específicas a los integrantes de la misma mediante un esquema Ponzi.
Las operaciones se llevaron a cabo en varias oficinas localizadas en Córdoba, Salta, Santa Fe y Buenos Aires, donde los “captadores” convencían a los inversores de participar en estas maniobras fraudulentas.
Los nuevos inversores aportaban su dinero, el cual se destinaba a pagar a los anteriores, careciendo de respaldo legal alguno.
Según lo expresado por la fiscal, los hermanos Vilardel tuvieron una función crucial ya que mantenían constantes encuentros con los clientes.
Adicionalmente, el coaching ontológico llevado a cabo por Cositorto en diversas conferencias y charlas fue clave para “manipular y engañar” a las potenciales víctimas.
Es relevante mencionar que el 25 de febrero, Cositorto ya había sido sentenciado a 12 años de prisión en la provincia de Corrientes.