Investigación en clima y nubes

La NASA descubrió en las nubes la causa de las temperaturas extremas

30/06/2025 | 20:07 | Un estudio de la NASA señala que la reducción de nubes impacta tanto el clima diario como estacional, conectando así el cambio climático con el meteorológico.

Un estudio reciente de la NASA identificó una pista clave en la búsqueda de un explicación relacionada con la intensa ola de calor en Europa occidental, contrarrestada por el frío extremo que azotó al invierno austral. La disminución de la nubosidad en los años recientes ha permitido que mayor calor se retenga en las latitudes bajas.

Esto sugiere que amplias áreas del planeta están perdiendo su escudo natural frente al calor solar.

La investigación plantea un reto significativo para la predicción climática: sin información precisa sobre la formación y desaparición de nubes, se torna imposible estimar la velocidad del calentamiento global con exactitud.

El cálculo sobre cómo influyen todos los cambios en las nubes permitió determinar que la reducción de las nubes de tormenta constituye el principal factor que aumenta la absorción solar terrestre durante el siglo XXI.

Este proceso de desaparición gradual de las nubes se desarrolla de manera silenciosa y constante, dejando al planeta más vulnerable a la radiación solar, y acentuando los efectos del cambio climático.

La NASA llevó a cabo esta investigación en colaboración con centros climáticos internacionales, logrando llegar a esta novedosa conclusión.

El análisis de datos satelitales demostró que, en un período de 24 años, las áreas de nubes de tormenta en los trópicos y en latitudes medias se contrajeron entre un 1,5 % y un 3 % por década.

Este fenómeno no ocurre de forma aleatoria: es resultado de cambios profundos en la circulación atmosférica, como el desplazamiento de las borrascas hacia los polos, la expansión de los trópicos y modificaciones en los patrones de viento.

Todos estos factores se encuentran estrechamente relacionados con el cambio climático.

Disminución de la cobertura nubosa

La investigación publicada en Geophysical Research Letters señala que, además, la reducción de la cobertura nubosa en las latitudes bajas aumentó la radiación solar que alcanza la superficie terrestre.

El director del Centro de Excelencia para el Clima del Siglo XXI, Christian Jakob, indicó que la pérdida de nubes ya contribuye significativamente al aumento de la radiación que absorbe la Tierra.

“La merma en el reflejo nuboso está intensificando el calentamiento global, más allá de lo que las emisiones por sí solas podrían ocasionar,” interpretó.

Añadió que comprender cómo y dónde cambian las nubes será esencial para anticipar los impactos climáticos diarios y estacionales.

Además, se destaca una transformación necesaria en el enfoque ambiental: leer el “cambio climático” también como un “cambio meteorológico,” que afecta a la vida cotidiana de las personas.

La conclusión es contundente: sin ciencia, la preparación es inviable.

La atmósfera no se adapta a nuestras expectativas, sino a nuestras decisiones.

Lo que ocurre en el cielo podría representar la clave para sobrevivir a lo que se avecina en la Tierra.