Perspectivas sobre salud infantil
26/06/2025 | 07:34 | La microbiota juega un rol crucial en la prevención temprana de enfermedades respiratorias, inflamatorias y metabólicas, influenciando la salud del niño desde antes de nacer.
En los primeros años, múltiples factores determinan la salud a corto y largo plazo de un niño. Uno de los más importantes, respaldado por creciente evidencia científica, es el papel de la microbiota, el conjunto de microorganismos que habita el cuerpo humano. Este ecosistema microbiano influye desde la concepción en el desarrollo del sistema inmune, digestivo y neurológico.
“La microbiota se encuentra en el intestino, la piel, la leche materna, la vagina, el útero e incluso en las trompas de Falopio. Se ha demostrado que la calidad de la microbiota vaginal y uterina puede influir en los resultados de un embarazo,” afirmó Gabriel Vinderola, Doctor en Química e investigador del CONICET en el Instituto de Lactología Industrial y docente de la Universidad Nacional del Litoral.
Este ecosistema microbiano está en constante comunicación. Las bacterias intestinales, cuando son alimentadas de manera variada con alimentos frescos, frutas, verduras, cereales integrales y productos fermentados como el yogur (especialmente los que contienen probióticos), emiten señales bioquímicas benéficas a otras áreas del organismo, incluido el tracto reproductor femenino. Esto contribuye a disminuir la inflamación y la oxidación celular, factores que pueden afectar la fertilidad.
Durante el embarazo, la microbiota intestinal de la madre desempeña un papel vital en la salud del bebé. “Los nutrientes producidos por estas bacterias llegan al feto a través del cordón umbilical, lo que demuestra que cuidar la microbiota materna es fundamental para nutrir al bebé aún antes de nacer,” agregó el especialista.
El momento del parto es crucial para establecer la microbiota en los recién nacidos. En un parto vaginal, el bebé entra en contacto con la microbiota materna del canal de parto, predominantemente de bacterias del género Lactobacillus. Estas bacterias benéficas colonizan el intestino del recién nacido y preparan su sistema para recibir la leche materna, que es la fuente principal de microorganismos y nutrientes esenciales para una microbiota equilibrada.
Poseer una microbiota saludable se relaciona con un menor riesgo de cólicos, alergias, obesidad, diabetes e incluso condiciones del neurodesarrollo. Algunos factores que favorecen su desarrollo incluyen:
No debe generarse culpa en madres que tuvieron que optar por cesáreas por motivos médicos o elección personal, así como tampoco en aquellas que eligieron o necesitaron lactancia mixta o que administraron antibióticos a sus bebés. La alimentación complementaria presenta muchas oportunidades para mejorar la microbiota, aprovechando cada día como una chance de intervención.
“La microbiota no se forma únicamente desde el cuerpo de la madre. La familia tiene un papel importante; los besos, abrazos y el contacto con el entorno son parte de la creación de ese ecosistema microbiano que el bebé irá incorporando,” enfatizó Vinderola.
Aunque se busca promover el parto vaginal y la lactancia materna exclusiva, existen alternativas científicamente fundamentadas para aquellas familias que no pueden o eligen otro camino. En tales contextos, los bióticos —que incluyen probióticos, prebióticos, postbióticos y sinbióticos— se presentan como aliados útiles. Estas sustancias están disponibles en algunas fórmulas para bebés, leches modificadas, suplementos dietarios y ciertos yogures, y pueden ayudar a modular la microbiota del lactante.
“Los bióticos no sustituyen el valor de un parto vaginal o de la lactancia materna, pero pueden ser una herramienta valiosa para favorecer la salud del bebé en situaciones donde estas prácticas no son factibles o no son las preferidas,” concluyó.
La ciencia avanza y, con ella, las posibilidades de influir positivamente en la salud desde los primeros momentos de vida. Aunque los primeros 1.000 días (desde la concepción hasta los dos años) son críticos, nunca se cierra completamente la oportunidad de mejorar la microbiota y fortalecer el desarrollo infantil.