La tumba del "Angelito milagroso"
La tumba del niño es visitada durante los fines de semana
Se detuvo al youtuber por invadir el cementerio (Por Juan Pablo Viola)

Escándalo en Juárez Celman

La historia del "bebé milagroso" al que buscaba el youtuber

22/11/2019 | 10:42 | La tumba del niño atrae a personas de todo el país. Afirman que allí pasan cosas extrañas por las noches. El relato de los cuidadores a Cadena 3.

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La tumba del "Angelito milagroso"

La tumba del niño es visitada durante los fines de semana

Se detuvo al youtuber por invadir el cementerio (Por Juan Pablo Viola)

El escándalo provocado por la visita del youtuber mexicano "Omar Crew" recordó la historia del "Angelito Milagroso" y la misteriosa tumba que es venerada por cientos de visitantes que llegan al cementerio de Estación Juárez Celman.

La historia se esparce y gira alrededor de la tumba donde descansa un bebé que nació muerto y al que se lo venera como a un santo milagroso en un cementerio enclavado en una llanura, casi en el medio de la nada, pero donde, según dicen, pasa de todo.

El panteón está en Estación Juárez Celman, una localidad cordobesa ubicada a pocos kilómetros de la capital provincial. Los devotos llegan allí desde diversos puntos del país y vienen cargados de juguetes que dejan en canastos junto a una oración o una carta en la que suplican ayuda al niño que está allí enterrado.

Los relatos de milagros cumplidos se entrecruzan con las versiones de los que aseguran que allí, por las noches, pasan cosas extrañas. El cuidador del cementerio también las percibe de día, pero no le quitan la tranquilidad ni el sueño: las vive como parte de su trabajo.

Relatos y misterio

Los cultores de la extraña devoción aseguran que en las madrugadas el niño se despierta y juega con sus juguetes, desparramándolos por todas las tumbas del cementerio, hasta que se agota y vuelve a dormir. “A veces, si le gustan las ofrendas y la persona que las hizo, intercede para que se obre el milagro que le pidieron”, afirman.

Vecinos de Estación Juárez Celman agregan que, a veces, pasada la medianoche, se escucha un llanto fuerte que se repite en el silencio de la llanura.

Hay quienes sostienen que es la queja del niño cuando descubre que le han robado un juguete. Los lugareños advierten a los visitantes que no es buena idea llevarse una de esas ofrendas. No obstante, muchas familias llevan a sus hijos al cementerio y no tienen problemas en dejarlos entretenerse con esos juguetes.

El cuidador del cementerio y la admiración de los devotos

Luciano Giménez es el cuidador del cementerio, una tarea que realiza desde hace ya 28 años. Por la mañana, después de abrir las dos alas del portón de hierro, suele dedicar un momento para acomodar los juguetes desparramados en las distintas tumbas del área de los niños. Después, arregla los canteros y poda la vegetación de un jardín sencillo pero prolijo y pintoresco.

La tumba del niño está pintada de blanco, rodeada de juguetes que desbordan los cuatros canastos colocados para tal fin. Completan la inusual ornamentación unos zócalos con flores amarillas y una capillita donde se ve una carta y la foto del bebé desteñida por el agua de las lluvias.

Luciano confiesa que le despierta admiración y curiosidad la devoción de las personas que viajan desde tan lejos para acercarle un regalo al niño.

“La gente viene y visita esta tumbita, algunos con regalitos. El niño es de la zona de Guiñazú. Empecé a interiorizarme y me contestaron que a cambio de algunos favores le traían juguetes, como peticiones que la gente le hacía”, relató a Cadena 3 el cuidador.

“Antes, los juguetes vivían desparramados por todo el cementerio. Por eso la gente decía que el niño jugaba. Ante esto, un muchacho que se lesionó la pierna y se recuperó, construyó unos canastos para que los juguetes queden en un solo lugar", confesó.

Giménez explica que el bebé nació con muerto súbita (en la tumba figura como N. Aramburu 5/4/1991) y que al poco tiempo falleció un sobrino, que fue sepultado junto al primero. "La familia hizo un pequeño monumento. Después fue lo de Marcelito Aramburu, que vivió solo seis meses y perdió la vida por una enfermedad", detalló.

La actual encargada del cementerio, Rosa Herrera, contó a Cadena 3 que rezar en la tumba del pequeño es una visita obligada incluso por quienes van al cementerio por otro familiar.

"Tenemos que limpiar cada tanto porque algunos juguetes se deterioran por la tierra, el agua y el sol. Muchas personas durante el fin de semana preguntan por el 'Angelito Milagraso' para conocerlo", agregó.

Informe de Alejandro Bustos y Juan Pablo Viola.