Dijo que no tuvo una reunión allí
16/11/2011 | 17:21 | "Hace nueve años que no ingreso a la Fundación", aseguró el sacerdote luego de ser notificado sobre un pedido de detención en su contra que formuló días atrás el abogado Juan Pablo Gallego.
Ante un nuevo pedido de detención en su contra, el padre Julio César Grassi negó hoy que haya ingresado a la Fundación Felices Los Niños, entidad a la que tiene prohibido asistir por orden de la Justicia.
Grassi rechazó que se haya reunido con el abogado Fernando Burlando en una de las sedes de la Fundación, donde le pidió que asistiera legalmente a la madre de la niña asesinada Candela Sol Rodríguez.
"Hace nueve años que no ingreso a la Fundación", aseguró Grassi luego de ser notificado sobre un pedido de detención en su contra que formuló días atrás el abogado Juan Pablo Gallego, uno de los representantes de los menores por los cuales el cura fue llevado a juicio.
Gallego pidió el 11 de noviembre pasado al Tribunal Oral Criminal N° 1 de Morón, que realizó el juicio y condenó al sacerdote a 15 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores, la detención de Grassi.
En sus fundamentos, el abogado dijo que Grassi violó la restricción que le fijó la Justicia de ingresar a la Fundación Felices los Niños para tener una reunión con Burlando.
"Es algo burdo lo que está planteando el abogado", dijo Grassi, quien agregó que "Gallego busca pantalla y recrudecer el tema por intereses que desconozco".
Grassi aseguró que está "cumpliendo todas las medidas precautorias" que fijó el Tribunal, a las cuales considera "injustas", ya que insiste con que no cometió "ningún delito".
"Nunca la Justicia me quitó la posibilidad de defenderme públicamente, yo me defiendo de las denuncias sin atacar a las personas", agregó.
Ahora, el sacerdote dará respuesta a la solicitud del abogado Gallego y le dirá al Tribunal, que esa reunión no tuvo lugar en la Fundación.
Mientras tanto, el cura aguarda una resolución de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires a fin de saber si confirma la condena en su contra, a raíz de la cual puede quedar detenido.