Franco Gómez y la resiliencia detrás del bronce paralímpico

Franco Gómez tiene 15 años y vive en barrio Los Cipreses de la ciudad de Santa Fe. A los pocos meses de haber nacido, un virus intrahospitalario le afectó parte de su cerebro y no pudo volver a caminar.

Sin embargo, esto no iba a ser un impedimento para cumplir sus sueños: comenzó a nadar a los 3 años y a los 10 fue la primera vez que lo llamaron para formar parte de la Selección Argentina Paralímpica. Y no solo eso: hace unas semanas participó de los Juegos Parapanamericanos y trajo a su casa la medalla de bronce.

"Yo nado sólo con los brazos. No uso las piernas porque no puedo", contó a Cadena 3 Franco quien además explicó que empezó a nadar porque le "hacía bien a su salud".

Además de su tenacidad y confianza, su familia fue uno de los pilares fundamentales para que él nunca se diera por vencido.

Su familia, y en especial, su abuela Cristina Azcurra quien se filmó alentando a su nieto cuando se acercaba a la línea de llegada que le dio esa medalla que hoy lleva en su cuello.

"Vamos mi Negro, vamos mi Negro querido. Vamos, vamos, fuerza que usted puede", se escucha en las imágenes que fueron publicadas en Twitter y que se viralizaron rápidamente.

"Cada vez que escucho ese video, lloro. La verdad que fue una locura. Estaba con mi esposo, los dos mirando. La mamá estaba con el hermanito internado en Rosario", contó Cristina a Cadena 3.

Como en muchas familias, la abuela fue la encargada de ayudar a la mamá de Franco con su crianza y fue quien lo llevó por primera vez a una pileta.

"Empezó a nadar a los tres años y después yo lo empecé a llevar a la pileta. Su mamá es también su papá. Ella trabaja todo el día y yo me ocupo de él. Franco perdió a su papá a los tres años".

Cristina contó, además, que su nieto fue sometido a 15 cirugías y que la última, lo dejó sin sensibilidad en uno de sus pies.

"La última vez que ingresó al quirófano le quebraron un pie en siete partes para acomodárselo. A raíz de esto, perdió la sensibilidad y por eso está en silla de ruedas. Antes podía caminar con un andador. Nosotros sabemos el sacrificio que él hace para llegar".

A pesar de su condición y su imposibilidad de caminar, el "Negro" -como lo llama su abuela- no baja los brazos.

"Tiene el autoestima tan elevada que nunca se da por vencido. El no quiere que nadie le tenga pena. Siempre me dice: ''Yo no soy el ejemplo de nadie, yo sólo lucho por lo mío''".

Como una especie de premonición o de certeza en los sueños, Cristina contó que -días antes de competir- Franco se colocó la medalla de bronce que Germán Arévalo había ganado en los 100 metros de natación.

"Se la probó, me mandó un audio y me dijo: ''Yo voy por esta en dos días y acordate que me la llevo''".

Al ser consultada sobre la posibilidad de que Franco viaje a Tokio 2020, la abuela expresó: "Yo siempre tuve en claro que él iba a lograrlo. Por la forma en que él es. Supe que lo que se propusiera, lo iba a lograr. Él dice que posiblemente no llegue a Tokio pero dice que quizás sí lo haga en París".

La Mesa de Café.