Explosiones en Río Tercero: de 8.000 indemnizaciones se pagaron solo 196

El 3 de noviembre de 1995 fue un día nefasto en Argentina. Las explosiones en la Fábrica Militar de Río Tercero dejaron un saldo estremecedor: siete muertos y más de 300 heridos.

Toda la ciudad quedó cubierta por polvo, escombros y bombas, tras el estallido de más de 25 mil proyectiles.

Luego de treinta años aún hay víctimas y damnificados que no reciben la indemnización correspondiente. De las 8.000 indemnizaciones que se debían pagar solo se abonaron 196.

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Mario Ponce, abogado de las casi 8.000 víctimas, expuso la situación actual en diálogo con Cadena 3. El gobierno de Alberto Fernández abonó 50 indemnizaciones, mientras que el actual de Javier Milei ya ha pagado cerca de 150.

El abogado recuerda que en octubre del año pasado se realizó una audiencia en la Cámara Federal de Córdoba, donde se acordó un modo de hacer efectivas las indemnizaciones. Sin embargo, mencionó que "no se ha cumplido en absoluto con lo acordado, porque se iba a pagar todas en el año 2025."

"Es el comienzo de una rueda que ha empezado a girar y que costó 29 años que comience a andar", enfatizó Ponce. "Todos cobran el mismo monto y el reclamo de esta demanda es el daño moral, el daño emergente y el daño psicológico", cerró.

Lucas Botta, historiador, recordó el contexto de este trágico hecho que sacudió al país: "Este hecho se enmarca en un contexto de corrupción en la década de 1990, vinculado a la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia, en momentos críticos de conflictos bélicos".

El análisis revela que el gobierno de Carlos Menem, en un intento por alinearse con Occidente tras el fin de la Guerra Fría, decide apoyar a Croacia en su proceso de independencia de Yugoslavia, en medio de un conflicto armado con Serbia. “Menem decide jugar un juego que tendiera un poquito más hacia Occidente”, se menciona en el informe. Asimismo, Ecuador se encontraba en guerra con Perú, lo que llevó a Argentina a involucrarse en negociaciones que violaban acuerdos internacionales.

Desde enero de 1995, la prensa argentina comienza a destapar la venta de armas, que el gobierno intenta justificar afirmando que no se vendía a Venezuela ni a Panamá. “Cuando van y le golpean la puerta a Venezuela y a Panamá dicen, no, nosotros no recibimos absolutamente nada”, se indica. Este escándalo de corrupción se intensifica, obligando al gobierno a dar explicaciones que no logra sostener.

Frente a la presión de la investigación, que apuntaba a “otorgar responsabilidades a quienes habían metido la mano donde no debían”, el gobierno recurre a medidas desesperadas. “Cuando hay que tapar esa sombra de duda, es que se termina recurriendo a esta catastrófica jornada del 3 de noviembre de 1995”, se señala en el informe, subrayando la tragedia que no solo afectó a la infraestructura de Río Tercero, sino que dejó víctimas fatales y evidenció la ayuda ilegal a conflictos externos.

Entrevistas de Viva la Radio.