Policía sueca.

Opinión

Escuche Sain: en Suecia nadie necesita pagar adicionales

03/02/2020 | 12:15 |   

Adrián Simioni

A este paso, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Sain, va a terminar por opacar a su par de Buenos Aires, Sergio “Superman” Berni y a la exministra de Macri, Pato “La piba” Bullrich, dos políticos que han dado mucho que hablar al frente de las fuerzas de seguridad.

Sain viene de decirles la semana pasada a los periodistas santafesinos que no va a hablar con ellos si siguen publicando sólo asaltos y crímenes. Qué dirá el mentor de Sain y héroe del panteón nac&pop, Horacio Verbitsky, para quien el periodismo es “difundir lo que alguien no quiere que se sepa”.

Bueno, no importa. Ahora, Sain acaba de duplicar el precio de los adicionales de policía, es decir lo que cuesta contratar agentes en forma privada para tareas de seguridad que los agentes hacen por fuera de su horario de servicio.

El argumento de Sain: “Hay gente hipócrita que quiere más policía y más seguridad, pero a la hora de pagarla les importa muy poco. Quieren la policía sueca, pero están dispuestos a pagar a la policía congoleña”.

Sain tiene razón. En Suecia el gasto total del Estado, entre otras cosas en Seguridad, equivale a 49,4% del Producto Bruto. En Argentina, al 41,2%.

El impuesto de la muerte

Ahora, hay que considerar otras cosas. El gasto en Suecia viene bajando: era de 70% del PIB en 1997. Y la seguridad sigue siendo buena. En Argentina no ha hecho más que subir: era de 23% en 1993. Y la inseguridad no hizo otra cosa que empeorar. En 2017 en Argentina hubo 2.289 homicidios intencionales. En Suecia, 113.

Sólo en Rosario, ese año, hubo un 40% más de homicidios que en todo Suecia.

Pero no hace falta bolearse tanto con cifras.

Cómo pagar más impuestos que un sueco

El hecho más significativo que pasa por alto Sain es que, en Suecia, no hace falta pagar adicionales, algo a lo que nos hemos acostumbrado pero que sonaría alucinante en la mayoría de los países, donde es impensable esta privatización de la policía pública a la hora de la siesta que existe en nuestro país. Acá hay que pagar adicionales porque, pese a los tributos que pagamos, apenas menores a los suecos, el Estado es incapaz de garantizar en un nivel mínimo el bien público más importante de cualquier sociedad.

Lo mismo pasa con muchas otras cosas: en Suecia tampoco hay que pagar escuelas privadas, salud privada, o bancar a padres jubilados después de haber pagado fortunas en impuestos supuestamente para sostener esos servicios.

Si contamos todas estas cosas que muchos argentinos deben pagar aparte, pagamos mucho más que los suecos.

Así que la metáfora geográfica de Sain con suecos y congoleños debería cambiarse. Sigue siendo mucho mejor aquella que una vez planteó el exministro de Economía por una semana Ricardo López Murphy: "Tenemos impuestos suecos, contribuyentes sudamericanos (por los niveles de evasión), y servicios estatales africanos”.