Escándalo en el examen de residencias médicas: cómo funcionan los lentes con IA

Un video viralizado en redes sociales puso en el centro de la controversia a un estudiante de nacionalidad ecuatoriana, acusado de utilizar lentes inteligentes durante el Examen Único de Residencias Médicas en Argentina.

La grabación, que circula ampliamente, muestra al joven usando un modelo de anteojos de apariencia común, pero equipados con tecnología avanzada: los Ray-Ban Meta, desarrollados por Meta en colaboración con la reconocida marca de gafas Ray-Ban.

Este incidente ha generado un intenso debate sobre el uso de dispositivos tecnológicos en ámbitos académicos y los desafíos éticos que plantea su creciente sofisticación.

Según la investigación preliminar, el estudiante habría utilizado los lentes inteligentes para filmar el examen mientras lo rendía. 

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Los Ray-Ban Meta, que integran cámaras, micrófonos y un asistente de inteligencia artificial, permitían grabar la hoja de examen de manera discreta.

El mecanismo era sencillo pero efectivo: el estudiante salía al baño, enviaba las imágenes o videos a un cómplice externo a través de un celular y recibía las respuestas en tiempo real.

Este método explicaría los puntajes inusualmente altos obtenidos por algunos postulantes de universidades que históricamente no figuraban entre las más destacadas, según fuentes de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU).

Los lentes Ray-Ban Meta, diseñados inicialmente como una herramienta de conectividad para la vida cotidiana, ofrecen funciones avanzadas como grabación de video, captura de fotos y acceso a información en tiempo real mediante comandos de voz.

Aunque su diseño es elegante y discreto, similar al de unos anteojos convencionales, su tecnología los convierte en un dispositivo con un potencial disruptivo en contextos como los exámenes.

“Estos lentes combinan el estilo clásico de Ray-Ban con la innovación de Meta, pero su uso en un examen plantea serios cuestionamientos éticos”, explicó la periodista Victoria Balbín en el canal TN.

El caso ha generado alarma entre las autoridades educativas, que iniciaron un sumario para determinar si hubo una violación al reglamento del examen y en qué medida los dispositivos tecnológicos influyeron en el desempeño del estudiante. 

Además, se sospecha que el implicado, graduado en una universidad ecuatoriana, podría estar vinculado a una red más amplia de postulantes que obtuvieron puntajes excepcionales de manera irregular.

Según CONEAU, el Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CACES) de Ecuador no cuenta con reconocimiento de la World Federation for Medical Education (WFME), lo que añade otra capa de controversia al caso.

Como consecuencia, el Gobierno argentino anunció que casi 270 aspirantes deberán rendir nuevamente el examen, en un esfuerzo por garantizar la transparencia y equidad del proceso.

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“Es un golpe a la credibilidad del sistema, pero también una oportunidad para revisar los protocolos de evaluación”, afirmó un vocero del Ministerio de Educación.