Julián José Solanille, testimonio en el juicio de la megacausa La Perla. (Gentileza)

Córdoba

El arriero que contó unos de los casos más estremecedores de la dictadura

26/09/2025 | 14:10

José Julián Solanille trabajaba en una chacra cercana al excentro clandestino de La Perla, cuando observó una escena que lo marcó para siempre.

Redacción Cadena 3

En abril de 2013, a los 83 años, José Julián Solanille, un humilde arriero y jornalero cordobés fallecido en 2019, contó uno de los episodios más escalofriantes de la última dictadura militar argentina. Su testimonio, que ya había resonado en la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), el Juicio a las Juntas y el informe Nunca Más, describió con crudeza los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención La Perla, el tercer campo de exterminio más grande del país.

Solanille trabajaba en una chacra cercana a La Perla cuando, intrigado por rumores de “cosas raras”, decidió acercarse a caballo junto a un compañero hasta la Loma del Torito. Desde allí, observó una escena que lo marcó para siempre: una fosa de cuatro por cuatro metros, unas cien personas en dos filas, algunas desnudas, otras encapuchadas o con los ojos vendados.

Entre los represores, reconoció a Luciano Benjamín Menéndez, quien llegó en un Ford Falcon blanco y dio la orden de ejecutar. "No lo vi disparar, pero él dio la orden", relató Solanille. Los gritos de las víctimas, los intentos desesperados de huida y los disparos por la espalda quedaron grabados en su memoria. Asustados, él y su amigo huyeron, pero días después, el olor a humo y carne quemada llegó hasta su casa, un recuerdo insoportable que su familia aún evoca con horror.

El testimonio de Solanille no pasó desapercibido. En 1986, el sociólogo Horacio González lo destacó en un artículo en la revista Unidos, calificándolo como "el loco de la colina". González señaló cómo los abogados defensores de los represores intentaron desacreditarlo durante el Juicio a las Juntas, insinuando que estaba ebrio o que alucinaba.

Sin embargo, para González, Solanille encarnaba una valentía singular: la de quien, desde su humildad, se atrevió a mirar el horror y a custodiar esas “huellas visuales” que solo su relato podía comprobar. Solanille se convirtió en un símbolo de resistencia al silenciamiento.

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En 2013, durante el juicio por los crímenes de La Perla, los defensores de los acusados volvieron a hostigarlo. Solanille respondió con una frase que resonó en la sala: "Quiero decir que donde todos murieron, yo resucité". Hizo referencia a un episodio ocurrido el 24 de marzo de 2012, cuando, tras visitar La Perla, sufrió un infarto. Gracias a la rápida intervención de Emiliano Fessia, responsable del Espacio de la Memoria, sobrevivió. "No me morí por diez minutos", afirmó, agradeciendo a quienes lo salvaron.

El testimonio de Solanille, junto con los de cientos de sobrevivientes y testigos, fue clave para el fallo del juicio por La Perla, que culminó con 38 condenas, 28 de ellas a cadena perpetua, incluyendo una más para Menéndez. Aunque hubo absoluciones que generaron dolor entre las víctimas y sus familias, el proceso demostró su apego al derecho, alejándose de cualquier acusación de ser un linchamiento.

Las pruebas aportadas, como cuerpos identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense y documentos de los propios represores, fueron fundamentales para sostener las condenas.

La Perla, un símbolo del horror, permaneció casi intacta hasta que en 2007 el entonces presidente Néstor Kirchner la puso a disposición de la Comisión Provincial de la Memoria. Ese año, en un acto con víctimas, familiares y organismos de derechos humanos, Kirchner denunció la lentitud deliberada de la Cámara Federal de Casación, que obstaculizaba el avance de las causas.

El testimonio de Solanille, un hombre sencillo que se atrevió a mirar lo que otros quisieron ocultar, sigue siendo un faro en la construcción de una memoria colectiva que no olvida. Su voz, junto a la de tantos otros, permitió que la justicia avanzara, que los responsables fueran condenados y que Argentina diera pasos firmes hacia la reparación de su pasado más oscuro.

Lectura rápida

¿Qué testificó José Julián Solanille? Relató crímenes de lesa humanidad en el centro clandestino de detención La Perla.

¿Quién es José Julián Solanille? Un arriero y jornalero cordobés que fue testigo de los horrores de la dictadura argentina.

¿Cuándo se produjo el testimonio de Solanille? En abril de 2013, durante un juicio por los crímenes de La Perla.

¿Dónde ocurrió el hecho que presenció Solanille? En el centro clandestino de detención La Perla, cerca de Córdoba.

¿Por qué es importante el testimonio de Solanille? Su relato fue clave para las condenas en el juicio por La Perla y representa la resistencia al silenciamiento.

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