Conmoción en La Plata
08/11/2017 | 06:19 | El fiscal platense Marcelo Romero dijo a Cadena 3 que esa doctrina es "lleva el desatino". Se quejó por la "colonización" en cátedras universitarias y organismos de designación de magistrados.
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Marcelo Romero: "El abolicionismo es la negación del derecho penal" (Fiscal platense)
El fiscal platense Marcelo Romero cuestionó este martes con dureza la doctrina del abolicionismo penal legada por el ex juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, en el marco del debate por la liberación del José "Pepito" Echegaray, el asesino de la nena de 12 años, Abril Bogado.
Entrevistado por Cadena 3, Romero opinó que "el abolicionismo es absurdo y lleva al desatino", porque, según su parecer, es "la negación del derecho penal".
"Se trata de un intento de destrucción del sistema punitivo del Estado, que genera fallos contrarios al sentido común. Esto no es un juicio de valor sobre el doctor José Villafañe (el juez que liberó a Echegaray dos años antes de que cumpliera sus condenas por tentativa de homicidio y robo calificado), que es una persona honorable y estudiosa", afirmó Romero.
Sobre la decisión de su colega, opinó: "Hubo varios casos en que los magistrados de Ejecución se desoyeron lo que sugiere el dictamen del Servicio Penitenciario, que no es vinculante. Pero, cuando uno se aparta, debe tomar otra pericia. No puedo decir que es sólo porque no me convence".
En ese marco, enfatizó: "Todo esto es el resultado, en mi visión, de 30 años de colonización de cátedras de Derecho Penal en las universidades argentinas. La doctrina Zaffaroni es una biblia laica. Para ser magistrado en la provincia de Buenos Aires, en el Consejo de la Magistratura, si uno no recitaba de memoria este catecismo laico , no se convertía en fiscal, juez o defensor".
Finalmente, consultado sobre la legalidad de las prisiones preventivas de Julio De Vido y de Amado Boudou, respondió: "Como fiscal, creo que debe aplicarse sólo si hay peligro de fuga y de obstaculizar la investigación. Esto último no es únicamente apretar a testigos , sino también alterar pruebas documentales o, en los delitos de corrupción, manejar dinero y hacerlo aparecer o desaparecer. Considero que en una causa de esta envergadura está más que justificada".