Conmemoración en el país y el mundo

Día del Orgullo: 55 años del inicio de la lucha por derechos LGBTIQ+ en el mundo

28/06/2025 | 15:04 | En Argentina, la primera Marcha del Orgullo se realizó el 3 de julio de 1992, un evento que marcó el inicio de un camino hacia la igualdad y el reconocimiento de derechos para la comunidad LGBTIQ+.

El 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, una fecha que rememora los disturbios ocurridos en 1969 en el bar Stonewall Inn de Nueva York, donde un grupo de personas del colectivo se enfrentó a una violenta redada policial. Ese acontecimiento fue el punto de partida del movimiento moderno que busca el reconocimiento de los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, personas trans y otras identidades de género y orientaciones sexuales.

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 28 de junio de 1969, cuando la policía invadió el bar situado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village, con la intención de clausurarlo y arrestar a los presentes.

Este tipo de operativos eran comunes y se sustentaban en leyes que penalizaban la homosexualidad y castigaban la diversidad de género. Sin embargo, esa vez, las personas allí reunidas decidieron resistir, lo que derivó en enfrentamientos durante varias noches, con numerosas detenciones, destrozos y una amplia cobertura mediática.

Al año siguiente, el 28 de junio de 1970, se organizó la primera Marcha del Orgullo en Nueva York para recordar esos disturbios. Se denominaró “Christopher Street Liberation Day”, en homenaje a la calle donde se encuentra el Stonewall Inn. En esa jornada, también se realizaron movilizaciones simultáneas en Los Ángeles, San Francisco y Chicago.

Desde entonces, cada 28 de junio se llevan a cabo marchas en varios países del mundo exigiendo igualdad de derechos, visibilidad y el cese de la violencia hacia el colectivo LGBTIQ+. Esta fecha se institucionalizó como Día Internacional del Orgullo, siendo adoptada por organismos internacionales, gobiernos y organizaciones civiles a lo largo del tiempo.

En Argentina, la primera Marcha del Orgullo tuvo lugar el 3 de julio de 1992 en la Ciudad de Buenos Aires, donde cerca de 300 personas participaron, muchos de ellos con máscaras por temor a ser identificados.

Con el correr de los años, la movilización fue en aumento en número y representación, convirtiéndose en una de las manifestaciones más significativas del país en defensa de los derechos de las diversidades sexuales y de género.

Por otro lado, el colectivo LGBTIQ+ logró avanzar legislativamente en las últimas décadas con hitos como la Ley de Matrimonio Igualitario (Ley 26.618), sancionada el 15 de julio de 2010, que ubicó a Argentina como el primer país de América Latina en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Esta legislación faculta a las parejas del mismo sexo para casarse en igualdad de condiciones que las parejas heterosexuales, incluyendo el derecho a la adopción conjunta. Impulsada por organizaciones como la Federación Argentina LGBT, recibió apoyo de diversos sectores del Estado y de la sociedad civil.

Asimismo, se destacó la Ley de Identidad de Género (Ley 26.743), promulgada el 23 de mayo de 2012, que permite a cualquier persona mayor de 18 años modificar su nombre, imagen y sexo registral en el DNI sin tener que someterse a operaciones ni peritajes judiciales.

También se aseguraron derechos en salud para personas trans, incluyendo acceso a tratamientos hormonales y cirugías, disponibles en el sistema público y privado.

El colectivo también luchó por el Decreto de Cupo Laboral Travesti-Trans “Diana Sacayán – Lohana Berkins” (Decreto 721/2020), que establece un porcentaje mínimo del 1% de puestos en la administración pública reservados para personas travestis, transexuales y transgénero.

Dicha normativa pretende reparar desigualdades estructurales y facilitar el acceso a empleo formal. Luego, en 2021, se convirtió en ley nacional (Ley 27.636 – “Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero”).

Finalmente, lograron el derecho a la salud integral y a tratamientos de fertilidad asistida, que están contemplados junto a las leyes de salud reproductiva (Ley 26.862) y el Plan Médico Obligatorio (PMO) que incluye a parejas del mismo sexo.

En este marco, se garantiza el acceso a fertilización asistida y métodos de planificación familiar sin discriminación por orientación sexual o identidad de género.