Buscaban a un bebé y lo encontraron muerto y con mordeduras

Un trágico suceso tuvo lugar en la madrugada del lunes en la zona de quintas de Arturo Seguía, en La Plata. 

Valentino, un niño de dos años, fue encontrado muerto tras varias horas de búsqueda. Su madre había denunciado su desaparición a la Policía Bonaerense el día anterior por la tarde. 

Según el relato de la mujer, el pequeño jugaba en un campo junto a sus hermanos mayores y su abuela cuando fue visto por última vez. En un momento dado, Valentino se alejó del grupo.

La búsqueda comenzó rápidamente y fue llevada a cabo por personal de la Comisaría 7ª de Abasto. Finalmente, el cadáver del niño fue hallado a 150 metros de su hogar, en una plantación de berenjenas. 

El cuerpo presentaba múltiples mordeduras, que se sospechaba habían sido causadas por perros. Las marcas estaban distribuidas a lo largo del torso y la cabeza del pequeño.

Un vecino de la familia fue imputado en relación con el caso, que está bajo la supervisión del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta y la UFI N°16 de La Plata. 

También intervino el Juzgado de Garantías N°6, dirigido por Agustín Crispo. El fiscal ordenó realizar una autopsia al cuerpo del niño, que se llevaría a cabo durante la mañana siguiente.

El vecino imputado era propietario de varios perros, incluyendo un pitbull. Sin embargo, otros aspectos del caso generaron inquietud entre los investigadores. 

El cuerpo de Valentino fue encontrado desnudo y se creía que había sido arrastrado al menos 50 metros por los animales. Se tomaron muestras de ADN de los perros para realizar análisis posteriores y los animales fueron secuestrados para ser examinados.

La Policía Científica no pudo determinar a simple vista si existía alguna lesión que hubiera causado la muerte del niño; este dato sería esclarecido por los forenses durante la autopsia. 

La calificación que se aplicaría contra el vecino sería definida según los resultados de las pericias realizadas. 

Un investigador del caso mencionó: “De mínima, si los perros lo mataron, estamos hablando de un homicidio culposo”.

Este caso recordó a otro trágico incidente ocurrido en 2014, cuando Santiago Veer murió tras ser atacado por un pitbull en Alejandro Korn. En ese caso, el dueño del perro fue condenado a ocho años de prisión por homicidio culposo. 

El 25 de abril de 2016, el Tribunal Oral IV de La Plata sentenció a Horacio González a ocho años tras su perro matar a un niño en circunstancias similares.