Orgullo argentino
04/11/2025 | 17:21
Redacción Cadena 3
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La argentina que fabrica autos de colección desde un pequeño pueblo bonaerense
A pocos kilómetros de Arrecifes, cuna de campeones del automovilismo argentino, un pequeño pueblo llamado Todd guarda un secreto que fascina a coleccionistas de todo el mundo. Allí, entre galpones y caminos rurales, Candelaria Tornquist fabrica réplicas artesanales de autos de colección con una precisión tan asombrosa que los modelos terminan rodando en garajes de Dubái, Alemania o Estados Unidos.
La responsable de este fenómeno es Candelaria Tornquist, cofundadora y directora de la empresa, que hace 25 años convirtió su pasión familiar por los motores en una historia de resiliencia, talento y perfección técnica.
“Cuando ves uno de nuestros autos, tiene una identificación absoluta con la marca”, dice Candelaria, con la mezcla de orgullo y humildad de quien sabe que la excelencia no admite atajos.
Una historia nacida entre motores
Hija de Marcelo Tornquist, primer navegante oficial del equipo Peugeot, Candelaria creció entre autos, carreras y talleres. “Desde que tengo uso de razón, el ruido de los motores fue parte de mi vida. En aquel entonces no era tan divertido: mi papá se iba meses por las competencias, pero fue mi escuela”, recordó.
El destino terminó de sellarse cuando conoció a Pini, su marido y socio, otro apasionado por los autos antiguos. A los 15 años, él ya tenía su primer Ford A y coleccionaba piezas mecánicas. “Un día me propuso hacer un auto solo para nosotros. De ese proyecto nació Reklus”, contó.
El primer prototipo tuvo algo de azar y de destino: quien ayudó a Pini en la construcción fue Jackie Green, exjefe de equipo de Peugeot y, sin saberlo, antiguo jefe de su padre.
Aquel auto artesanal, hecho sin pretensiones comerciales, fue publicado por un amigo en internet. “A los dos días llamó un alemán interesado. Así empezó todo”, contó Candelaria. Ese llamado marcaría el inicio de una aventura que transformó un pasatiempo en una empresa con prestigio internacional.
Artesanía y tecnología al servicio de la perfección
En Reklus Cars, cada vehículo es una obra de arte. “Trabajamos principalmente con aluminio, un material muy delicado. Todo se hace a mano, desde la carrocería hasta los detalles más pequeños. Es un trabajo artesanal, no mecánico”, explicó Tornquist.
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Las réplicas abarcan desde joyas del automovilismo como la Maserati A6 GCS o el BMW 507, hasta los legendarios Monopostos Ford y autos que alguna vez manejó Juan Manuel Fangio, incluyendo su icónica Maserati 450 para las 24 horas.
Cada modelo parte de planos originales o escaneos 3D, que permiten reproducir dimensiones exactas sin necesidad de costosos moldes. “Hoy la tecnología nos facilita lo que antes era impensado. Podemos escanear un auto original y reproducir cada curva con una impresora 3D”, detalló.
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El proceso de fabricación puede demandar entre tres meses y un año, según la complejidad. Y los pedidos llegan de todas partes del mundo. “Nos encargaron un BMW 507 desde Dubái por WhatsApp. El cliente nunca vino a Argentina, nos transfirió el dinero y confiamos mutuamente. Eso se logra con años de trabajo serio”, destacó.
Resiliencia y legado
El camino no estuvo exento de dolor. En 2021, Pini falleció en un accidente, y Candelaria debió decidir si continuar o cerrar el taller.
“Cuando volví del hospital y supe que él ya no estaba, también supe que iba a seguir. Tenemos una responsabilidad con nuestros clientes y con la historia que construimos juntos”, confesó.
Para mantener vivo el sueño, incluso vendieron su casa familiar. “Fue durísimo, pero valió la pena. Reklus es nuestra vida y nuestro legado”, resumió.
Todd, el pueblo que respira automovilismo
La elección de Todd no fue casual. “Queríamos un lugar tranquilo para probar los autos y estar cerca de Arrecifes, donde se respira automovilismo. Acá abrís la puerta del taller y te cruzás con los Pairetti o los Di Palma. Es un pueblo donde todos te ayudan”, dijo Candelaria.
Desde ese rincón bonaerense, Reklus Cars combina tradición artesanal y tecnología de punta, y lleva el sello argentino a los circuitos del mundo.
“Si llegamos a tener 25 años en el mercado, es porque tenemos una responsabilidad con nuestros clientes y con lo que representamos como país”, afirmó.
Hoy, los autos nacidos en Todd viajan a los garajes más exclusivos del planeta. Cada uno lleva grabada una historia: la de una familia, un pueblo y un país donde la pasión y la precisión todavía pueden fabricar sueños sobre ruedas.
Entrevista de Claudio Giglioni
¿Qué fabrica Reklus Cars?
Réplicas artesanales de autos de colección.
¿Quién es la responsable de Reklus Cars?
Candelaria Tornquist, cofundadora y directora de la empresa.
¿Cuándo comenzó la historia de Reklus Cars?
Hace 25 años, cuando Candelaria y Pini decidieron hacer un auto para ellos.
¿Dónde se encuentra Reklus Cars?
En el pequeño pueblo de Todd, cerca de Arrecifes.
¿Por qué es relevante el trabajo de Reklus Cars?
Combina tradición artesanal y tecnología de punta, llevando el sello argentino al mundo.
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Pasión por los clásicos
En Todd, cerca de Arrecifes, Reklus Cars se destaca por su arte en la creación de réplicas de autos de colección. Candelaria Tornquist lidera este proyecto familiar que combina tradición y modernidad.