"Todo el mundo le tenía miedo", dijo una exvecina del departamento del horror

La conmoción invade Córdoba tras el hallazgo de un cadáver en un ropero, en un departamento donde vivía un expolicía con prisión domiciliaria. La investigación se desarrolla en Buenos Aires 315, pleno Nueva Córdoba.

Malena, una vecina que vivió hasta hace un año en el mismo piso, relató a Cadena 3: "Siempre se escuchó cosas raras, como maltratos, gritos de chicas. La policía venía a las 3 de la mañana, era un alboroto constante”.

“Me tuve que mudar. Un día este hombre vino a tocarme la puerta para que, lo ayudara a hacer algo en la computadora, y le dije que no, porque obviamente me daba miedo entrar. Ya sabíamos que tenía lo que era la prisión domiciliaria”, relató.

“A los días, me fui a hacer unas cosas y cuando volví, encontré una bombacha de mujer en el picaporte, con un billete de 10 pesos amarrado, y una ‘M’ con sal en el piso, yo supongo que era de Malena”, recordó.

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Sobre cómo era la convivencia con él, contestó: “No era buena. Todo el mundo le tenía miedo”.

El departamento estaba deshabitado desde que el expolicía había sido trasladado a la cárcel de Bouwer por violar una perimetral. 

Malena dijo que el ambiente era "mugriento" y que había un olor persistente. "Nunca imaginamos que podría haber llegado a pasar esto", añade.

Los albañiles que fueron convocados para arreglar un caño de agua descubrieron el cadáver. La identidad de la persona fallecida aún no ha sido confirmada.

La justicia investiga las circunstancias de la muerte y las condiciones de la prisión domiciliaria del expolicía. Los testimonios de los vecinos revelan un patrón de comportamiento inquietante, donde se mencionan constantes visitas de trabajadoras sexuales y la presencia recurrente de la policía.

La situación plantea interrogantes sobre la efectividad del control de los presos en prisión domiciliaria.  

Informe de Fernando Barrionuevo.