Juicio: Peligra su continuidad tras participación de una jueza en el documental

La causa judicial contra siete médicos y enfermeros por la muerte de Diego Maradona, estrella del fútbol mundial, enfrenta la inminente posibilidad de nulidad debido a la implicación de una de las juezas encargadas del caso en un documental no autorizado sobre el proceso.

Medios locales revelaron el fin de semana que se obtuvieron videos durante allanamientos judiciales relacionados con la jueza Julieta Makintach, miembro del tribunal que se encarga del juicio. Esta jueza presuntamente colaboró con una productora para la realización de un documental sobre el juicio y presuntamente permitió el registro de las audiencias, lo que está prohibido por ley.

En los videos se observa a Makintach acompañada por un camarógrafo en los juzgados de San Isidro, donde se desarrolla el juicio desde el 11 de marzo. En otras grabaciones, la jueza se presenta y ofrece un resumen de su trayectoria profesional frente a la cámara.

El juicio, que se encontraba en marcha, fue suspendido provisionalmente a solicitud de la fiscalía y las partes acusadoras desde el pasado jueves, a espera de novedades sobre la acusación contra la jueza. El proceso judicial se reanudó este martes a las 10:30 hora local, y todo indica que se podría solicitar el apartamiento de Makintach, lo que llevaría al juicio al punto de partida.

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Además, existen otras posibles resoluciones, pero se anticipa que no prosperarán. El tribunal podría decidir apartar a la jueza y designar a un reemplazo o darle continuidad al juicio tal como estaba. Sin embargo, estas decisiones serían impugnadas ante la Cámara de Apelaciones, que tendría la última palabra.

Si finalmente se anula el juicio, un nuevo proceso podría iniciarse recién en 2026, lo que implicaría que los casi cincuenta testigos que ya habían declarado deberían volver a hacerlo.

Actualmente, siete profesionales de la salud están siendo juzgados por su supuesta responsabilidad en la muerte del ícono del fútbol argentino el 25 de noviembre de 2020, durante su convalecencia en una casa alquilada mientras se recuperaba de una operación para remover un hematoma subdural en su cabeza, a la que había sido sometido dos semanas antes en una clínica privada.

La fiscalía sostiene que los acusados no brindaron el debido cuidado a Maradona durante su tiempo en hospitalización domiciliaria.

Los imputados enfrentan cargos de homicidio simple con dolo eventual, es decir, actuaron conscientes de que sus decisiones podrían resultar en un perjuicio. Tal delito se castiga con una pena máxima de 25 años de prisión.

En el banquillo de los acusados se encuentra el neurocirujano Leopoldo Luque, junto a la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, los médicos Nancy Forlini y Pedro Di Spagna, el representante de la empresa responsable del servicio de enfermería, Mariano Perroni, y el enfermero Ricardo Almirón, todos vinculados a la atención médica de la leyenda del fútbol.

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