Los embajadores de las Colectividades 2025, en Cadena 3: "Emoción y gratitud"

La emoción todavía se siente. El domingo pasado, frente al imponente Monumento Nacional a la Bandera, se vivió uno de los momentos más esperados de la Fiesta Nacional de las Colectividades: la elección de los nuevos embajadores. Entre aplausos, banderas y cánticos, fueron elegidos Alejo Pitruzuk, representante de la Biblioteca Cultural Rusa “Alejandro Pushkin”, y Erika Belén Aguayo, de la Casa Paraguaya.

Durante una entrevista con Alberto Lotuf, conductor de Siempre Juntos por Cadena 3 Rosario y además emblema y animador principal del evento, los flamantes embajadores compartieron sus primeras sensaciones tras el anuncio que los consagró.

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“Mucha emoción al ver a mis compañeros y a toda la hinchada presente”, contó Erika, de 19 años, con timidez y una sonrisa que reflejaba todavía la sorpresa. 

Nacida en Rosario, hija de padres paraguayos, la joven estudia Licenciatura en Administración en la Universidad Nacional de Rosario y trabaja como niñera.

“No me lo esperaba para nada. Creo que el jurado valoró el respeto y el cariño con el que trato a todos”, agregó. Su colectividad fue una de las más fervorosas de la noche. Lotuf, que vivió el momento desde el escenario, recordó entre risas: “Les decía que no gritaran, que los jueces no se dejaban influir…”, bromeó.

Por su parte, Alejo Pitruzuk, de 24 años, vive la coronación como el resultado de un largo camino. “Es la tercera vez que me presento, ya era conocido entre varias colectividades. Tengo mucho cariño y apoyo, incluso de otras instituciones”, explicó. Descendiente de ucranianos, rusos y polacos, Alejo representa a una institución que reúne esas tres raíces.

Visitador médico de profesión —aunque aún sin ejercer—, contó que su objetivo es ingresar a un laboratorio y seguir vinculado con la comunidad cultural que lo vio crecer. 

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“El grupo de este año fue increíble, por eso no me la esperaba”, admitió.

La fuerza de las raíces

Lotuf, con la experiencia de más de cuatro décadas sobre el escenario mayor de Colectividades, aprovechó para destacar el espíritu que se respira en cada edición del encuentro: “He visto cómo se forman amistades, familias, cómo crece el sentido de pertenencia. Este evento genera vínculos únicos”.

Tanto Erika como Alejo tendrán un año de actividades oficiales representando a las colectividades rosarinas, un desafío que asumen con entusiasmo y compromiso. 

“Será un año de mucho trabajo, pero sobre todo de seguir compartiendo nuestras culturas”, coincidieron los dos jóvenes embajadores, que ya se preparan para llevar en alto las banderas de la diversidad y la integración.