Facundo, chofer del colectivo baleado: "La bala iba a la altura de mi cara"

Facundo manejaba un colectivo de la línea 115, a la altura de Santa Fe y Felipe Moré, cuando tres personas a bordo comenzaron a robarle a los pasajeros. Cuando vio lo que sucedía, aceleró, y uno de los ladrones le disparó con tanta fortuna que el balazo dio en la mampara que protege la zona del conductor, y se desvió hacia el parabrisas. Un auténtico milagro.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

“Sentí una explosión que te deja aturdido por un rato. La munición quedó en el parabrisas y la vaina en el colectivo. Mirando la mampara, la bala iba a la altura de mi cara”, narró a horas del hecho en Siempre Juntos, por Cadena 3 Rosario.

Y contó lo sucedido: “Soy chofer de la 115. A las 21.30 subieron tres delincuentes, que calculo que ya venían tratando de querer robar. Subieron en Maipú y Córdoba. Antes de llegar a Santa Fe y Felipe Moré tocaron timbre y cuando estaba por frenar, vi que les querían sacar los celulares a los pasajeros. Aceleré y vi que el que estaba atrás mío me dice ‘pará’ y se escucha un disparo. Me disparó en la oreja, quedé aturdido”.

“Me agaché, frené y los pasajeros se bajaron corriendo –continuó el dramático testimonio-. Ellos se fueron corriendo a la vía. Vi el arma y aceleré. Cuando dejé el colectivo en el galpón observé que no disparó en el parabrisas, sino en la mampara. Allí dio de refilón y pegó en el parabrisas. Llegué a casa y lo abracé a mi hijo fuerte”.

“Los pasajeros me dijeron que estaban bien, que robaron tres celulares. Tengo 36 años y hace 11 trabajo. Estoy acostumbrado a trabajar de noche, pero situaciones como estas es la primera vez que me pasa. Es un servicio público, pero se complica trabajar de noche”, agregó.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Facundo contó que el colectivo que maneja no tiene cámara de seguridad porque su servicio no es nocturno. Además, reveló que en el mismo lugar, hace un mes le tiraron una piedra para que frene y el vehículo quede a merced de un robo a los pasajeros.

“Tendrían 35 años”, dijo sobre la edad de los atacantes. Y cerró: “Cuando llegué a casa les dije que me abrazaran fuerte y les dije lo que pasó. Se pusieron a llorar y me volvieron a abrazar. Podría haber sido uno más. Hoy voy a salir de nuevo, voy a cumplir con mi trabajo”.