Consejos para combatir al mosquito del aedes aegypti.

Sociedad

Identikit de un clásico de verano

08/01/2018 | 07:42 | Los virus transmitidos por el mosquito Aedes Aegypti generan las enfermedades virales de mayor importancia de la salud pública en los países de América Latina. La diferencia entre cada una de ellas.

Desde hace algunos años, una de las mayores preocupaciones de la Salud Pública se encuentra asociada a las enfermedades transmitidas por los mosquitos Aedes.

Primero fue el Dengue, luego la fiebre Chikungunya y posteriormente el Zika. Cada vez más resistentes y con una aparición anticipada, en la actualidad este mosquito se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del verano.

Los cambios demográficos globales, el deterioro de la infraestructura sanitaria y la escasa existencia de programas eficaces para el control del mosquito, son algunas de las razones por las que las enfermedades transmitidas por este vector se expandieron rápidamente, transformándose en un significativo problema de salud.

El Aedes Aegypti, la especie de Aedes más común, es un mosquito doméstico que se caracteriza por sus franjas blancas en sus patas y en el lomo. Si bien pica principalmente durante el día, siendo más activos cuando sale el sol y varias horas antes del atardecer, pueden picar de noche en zonas iluminadas.

Tres enfermedades, un transmisor en común

Si bien los síntomas de estas tres enfermedades son similares, se presentan con distinta intensidad.

Las diferencias más notables son la fiebre alta que generalmente acompaña al Dengue, la conjuntivitis que se observa en el Zika, y el dolor intenso en las articulaciones, principalmente en manos, pies y rodillas, provocado por la Chikungunya.

De todos modos, es necesario el diagnóstico médico lo antes posible y ante la aparición de los primeros signos. Fundamentalmente, esto se realiza a través de la clínica, pero la confirmación del virus requiere de pruebas de laboratorio en muestras de sangre o de otros líquidos corporales.

El Dengue puede presentar formas graves que aparecen cuando cae la fiebre, momento de la evolución en el que es importante permanecer atentos a los signos de alarma: dolor abdominal, sangrado y edemas.

Estas presentaciones son más frecuentes en niños menores de 1 año y mayores de 65 que presenten o no enfermedades crónicas.

La mayoría de las personas con dengue se recupera al cabo de dos semanas. Es importante controlar la fiebre con paracetamol cada 6 horas (un máximo de 4 dosis por día), no ibuprofeno, aspirina o medicamentos que contentan aspirina; y evitar la deshidratación.

Necesario vigilar las señales de aviso, tales como disminución en la cantidad de orina; dolor abdominal severo o vómitos persistentes; puntos o manchas de color rojo en la piel; latidos del corazón acelerados (más de 100/min.); pocas o ninguna lágrima cuando el niño llora; boca, lengua o labios secos; piel pálida, fría y húmeda; y agitación excesiva o confusión.

En el caso del Zika, no sólo se trata de una patología transmitida por el mosquito, sino que puede contraerse, en menor porcentaje, por contacto sexual y contagio vertical (mujeres embarazadas que lo

transmiten a su feto), causando daños importantes en el desarrollo de los recién nacidos (principalmente microcefalia, es decir, daño en el crecimiento cerebral).

En el año 2015, el Ministerio de Salud de Brasil estableció la relación entre el incremento de microcefalia en el nordeste del país y la infección por Zika. De acuerdo al análisis preliminar de la investigación realizada por las autoridades de Brasil, probablemente el mayor riego de aparición de microcefalias y malformaciones está asociado con la infección en el primer trimestre de embarazo. Antes de viajar, la embarazada debe consultar a su médico para solicitar asesoramiento sobre la conducta a seguir. Las que viajen a áreas en las que circule el virus del zika deben mencionarlo durante sus controles prenatales y seguir las recomendaciones de su médico.

Así como las embarazadas corren mayor riesgo de complicaciones por lo antes mencionado, ancianos, bebés menores de 3 años, portadores de VIH/SIDA y pacientes con insuficiencia renal y en hemodiálisis, deben aumentar sus medidas preventivas para evitar cuadros de gravedad.

Cuando ocurre la infección, la identificación temprana y el tratamiento de asistencia oportuno pueden disminuir de forma significativa el riego de complicaciones médicas.

No existe un tratamiento específico para tratar ninguno de los tres virus. La principal medida es la consulta temprana a un Centro de Salud y seguir las indicaciones de los profesionales.

Sin larvas y huevos no hay mosquitos

Es importante:

Mantener patios limpios y jardines desmalezados.

Eliminar todos los objetos que contengan o puedan acumular agua.

Renovar diariamente el agua de los bebederos de animales y limpiar sus bordes con una esponja.

Cambiar con frecuencia el agua de las piletas.

Drenar y colocar larvicidas en estanques y fuentes ornamentales.

Rociar la ropa con repelentes (los mosquitos pueden picar a través de la ropa de tela fina).

Colocar mosquiteros en habitaciones. Para protección adicional, rociarlos con insecticida.

El repelente debe utilizarse de día cada dos o tres horas y en dosis mínimas.

No exagerar en las cantidades empleadas.

Los bebés menores de 2 meses NO pueden usar repelente. 

Combatir el mosquito debe convertirse en una tarea continua ya que, si bien en invierno no se advierte su presencia, la población está representada por huevos.

Estos se transformarán en mosquitos adultos en el próximo verano. Mantengamos durante todo el año los hogares limpios de futuros criaderos de larvas.