Política y Economía

Un infiltrado atentó contra Cristina

30/09/2012 | 20:57

Un infiltrado de Macri se mezcló entre los estudiantes de una universidad norteamericana y atentó contra la Presidenta Argentina en una de sus charlas con alumnos en una Universidad estadounidense.

El infiltrado en cuestión era un peligroso joven de barba (joven y de barba: peligrosísimo) que había trabajado en el Ministerio de Educación porteño. Es decir, trabajó en el gobierno de uno de los más peligrosos terroristas de la argentina: Mauricio Macri. Tan peligroso, que puede llegar a ser candidato a presidente en 2015 y atentar contra la continuidad del kirchnerismo en el poder.

Está bien, el infiltrado en cuestión ya había renunciado a su cargo en la cartera de Esteban Bullrich, para hacer un máster de dos años en Gestión de Gobierno en la universidad del país del norte. Gravísimo, un Máster en Gestión de Gobierno, para un joven que supuestamente milita en el PRO, trabajó en el gobierno de la ciudad y quiere seguir haciendo política.

Los jóvenes deben introducirse en la política, afirma el gobierno Nacional. Hasta deben votar a los 16 años, pero eso sí, no pueden trabajar para Macri, y si lo hacen, mucho menos deben luego continuar sus estudios en USA. Aunque eso haya hecho el mismísimo Jefe de Gabinete: Juan Manuel Abal Medina.

Pero lo más grave de todo lo que hizo este joven terrorista, que trabajó en el gobierno de la CABA, que pertenece al PRO y que hace un máster en una universidad yanqui, es que atentó contra la Presidenta argentina. Le arrojó con una de las armas más letales para la Jefa de Estado, le arrojó UNA PREGUNTA. Y para colmo la pregunta se refería a un tema prohibido, es decir era una pregunta de MALA FE, INCIDIOSA y TRAMPOSA. Le preguntó si va a modificar la Constitución para ir por la re-reelección, como quiso hacer Menem.

Oh pecado, delito gravísimo para el gobierno argentino. Le preguntó semejante cosa a la Presidenta.

Claro, si aquí la Presidenta se prestara a las preguntas de cualquier ciudadano, como hizo en la "potencia colonialista", no habría necesidad de ir a preguntárselo allá.

Lo que pasa, dice la primera mandataria, es que los periodistas que son críticos y se dicen independientes, en realidad pertenecen a un partido político, sino son sosos. Y eso es gravísimo. Pertenecer a un partido político de la oposición es muy grave en la Argentina, al punto que casi no hay oposición. Y ser independiente es imposible. Pero si uno no quiere ser oficialista (eso es muy peligroso) y la oposición no existe, ¿porqué uno es un soso si es independiente? ¿Por qué no pueden disgustarle todos los partidos y candidatos existentes?

Pero, si uno pertenece a un partido de la oposición, ¿por qué no podría hacerle una pregunta a la Presidenta?

En los países más democráticos del mundo, los jefes de Estado rinden cuentas ante los parlamentos y debaten con sus legisladores. Pasan horas contestando preguntas y sometiéndose a las críticas más adversas. Y no sólo de los periodistas, sino de los políticos opositores.

¿POR QUÉ NO?