El vino argentino y su evolución en el tiempo

Semana de Mayo

El vino argentino y su evolución en el tiempo

27/05/2022 | 11:24 | ¿En qué etapa de producción estaba la bebida en la Revolución de Mayo? El historiador Daniel Balmaceda y el enólogo de Bodega Trapiche, Sergio Cas, se lo explicaron a Descubrí Sabores.

Por Yeny Ortega Benavides.

La vitivinicultura argentina cuenta con más de cinco siglos de historia integrando los saberes de la población local con la influencia que traían los inmigrantes del viejo mundo. 

Comenzó a producirse en Santiago del Estero, a partir de las cepas Moscatel y Uva País, procedentes de España. La expansión de su cultivo siguió de la mano de los Jesuitas. Hacia 1598 había viñedos en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Misiones.

Pero, ¿en qué momento de su producción se encontraba el vino en la Revolución de Mayo? El reconocido historiador Daniel Balmaceda cuenta que, sin dudas, lo que cambió mucho desde ese entonces fue la calidad de la bebida.

“Hacia 1810, había mucho vino de uva criolla. Aunque era real y ya se sabía que en esa época existían buenos viñedos en la zona de Cuyo, no estaba desarrollado su consumo”, explica a Descubrí Sabores.

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“Para 1910, ya había vinos importados destilados, así como todo tipo de bebidas importadas. Ya se veían como muy prometedoras las bodegas de San Juan y de Mendoza, que hacía décadas venían siendo proveedoras de vino”.

Balmaceda aclara, además, que para 1910 comenzó la moda del vino fino: un vino no tan fuerte, sino más delicado. Así se llegó a un Pinot Noir, una característica más del siglo XX que del XIX.

¿Quiénes tomaban vino en esa época? Según el historiador, todos, aunque -por supuesto- fundamentalmente eran hombres.

Sergio Casé, enólogo de Bodega Trapiche, cuenta cómo es hoy el consumidor que toma el vino de la marca. “Nosotros tenemos muy determinado un perfil de hombre que ha avanzado a través de los años, pero que muy bien podría relacionarse con el perfil de 1810 y mucho más con el del año del Centenario”, explica.

Bodega Trapiche, fundada en 1883 (Foto: Carola Cinto)

Casé enfatiza en el paso del tiempo, en la evolución de un conocimiento y una sabiduría adquiridos a través de las décadas en que el vino argentino ha permanecido vigente en el país.

“Este hombre que hoy generalmente toma vino con la cena o en reuniones sociales, en 1810 -y también 100 años después- consumía vino al mediodía. De hecho, ya en 1910 el trabajador que salía a almorzar por la zona de sus labores tomaba una copa de vino. No era común -como ahora- tomar gaseosa, tomaba vino”, cuenta Balmaceda.

“Para la época de la Revolución de Mayo, el consumo de alcohol estaba limitado a los cafés y las pulperías, quizás también a veces en las casas, pero se hacía en solitario”, agrega el historiador.

Un dato muy característico de la época era que, en las tertulias (reuniones que se hacían a partir de las 20 horas y duraban hasta la medianoche) se consumían chocolate y mate. Nada de bebidas alcohólicas.

Los números de la época son una información clave para entender la importancia del vino en la cultura argentina desde la época del Centenario. En el continente americano, la producción anual para 1907 era la siguiente:

Argentina: 3.171.000 hectolitros
Chile: 2.700.000
EE.UU.: 1.600.000
Brasil: 320.000
Perú: 98.000
Uruguay: 92.999
Bolivia: 20.000
Méjico: 18.000

Cabe mencionar que, del número argentino, sólo en Mendoza se producían 2.30000.0 hectolitros.