Dia 31: El Balón de Oro y sus contradicciones

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Dia 31: El Balón de Oro y sus contradicciones

14/07/2018 | 17:08 |

Más allá de quien será el campeón, la discusión pasa por saber quien se llevará el premio al mejor jugador del Mundial. A lo largo de la historia, hubo premiaciones tanto indiscutidas como polémicas.

Diego Borinsky

Se nos va. Mañana se bajará la cortina de un nuevo Mundial, el N° 21 de la historia, y ya estaremos tachando los días para el próximo, aunque como confirmó públicamente el presidente de la FIFA, en esta ocasión no habrá que esperar cuatro años, sino casi cuatro años y medio: Qatar 2022 se disputará entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre por las imposibles temperaturas que se dan en el verano del hemisferio norte (habrá que ver cómo se acomodan los fixtures de las ligas europeas y de la Champions, que no será sencillo).

Con la gran actuación de Bélgica que la depositó en el tercer lugar tras superar 2-0 a Inglaterra, la notable performance de Eden Hazard y el casi gol del campeonato tras una contra perfecta que incluyó dos tacos (de Hazard y De Bruyne) y una volea espléndida de Meunier que Pickford salvó con un manotazo, nos quedó la sensación de que los Diablos Rojos estaban para más, y que hubieran merecido un lugar en la final. Pero el Mundial tiene estas cosas: para ser campeón no tenés que ganarles a todos, si no a los que te tocan. Y en ese sentido, te puede tocar una llave más accesible, como le ocurrió a Croacia en esta Copa, que era el camino que podría haber recorrido Argentina de haber finalizado primera en su grupo. Y de haber tenido un entrenador serio y un equipo afilado, por supuesto. Croacia debió enfrentar a Dinamarca, Rusia e Inglaterra. Muy probablemente, si a Bélgica le hubiera tocado ese camino, estaría jugando la final mañana. No lo sabemos. Pero no pasará.

Más allá de si será Francia o Croacia la coronada, atrapa también la discusión por saber quién se llevará el premio al mejor jugador del Mundial. Desde 1982, la FIFA entrega el Balón de Oro Adidas al futbolista más destacado (también el de plata y el de bronce al segundo y al tercero) y no tiene nada que ver con el Balón de Oro de otorga la revista France Football desde 1956 en cada fin de año. Desde su implementación, han existido distinciones que no merecen la más mínima discusión: Paolo Rossi (Italia) en 1982, nuestro Diego Maradona en 1986, o el brasileño Romario en 1994.

Pero hubo otros galardones que resultaron absolutamente polémicos, como el de Oliver Kahn, el arquero alemán que se equivocó groseramente concediendo un gol en la final contra Brasil en 2002, o el del propio Zinedine Zidane, quien fue expulsado por perforarle el pecho a Materazzi en la final del 2006. Incluso, muchos cuestionan que Messi lo haya recibido en 2014, después de haber tenido una muy buena primera fase, con 4 goles en 3 partidos, pero sin poder convertir en los cuatro cruces eliminatorios. Esa foto de Messi desolado con el premio en la mano es otra de las postales de aquella Copa que frustró a todos los argentinos. En realidad, a partir del Balón de Oro de Romario, todos los ganadores del premio no fueron campeones del mundo: Ronaldo (1998), Kahn (2002), Zidane (2006), Forlán (2010), Messi (2014).

Hay una explicación detrás de estas nominaciones, que ahora la FIFA corregirá. En ediciones pasadas votaban un grupo de ex futbolistas y entrenadores y también los periodistas. Obviamente, como el ganador debe recibir el premio unos minutos después de concluido el partido definitorio, la gran cantidad de periodistas dejaban su voto antes de la final, en tiempos sin tanta conectividad cibernética. De ese modo se entiende que hayan sido premiados el alemán Kahn, un crack como Zidane que echó a perder ese Mundial con su comportamiento.

El partido decisivo es un elemento que debe tener una influencia enorme en la determinación del ganador de ese premio. Es demasiado grande la diferencia entre ser campeón y no serlo. Si lo sabremos los argentinos, ¿no? Un futbolista se gradúa en todos los sentidos cuando plasma sus virtudes en una final de Mundial. De haberse votado tras la final, es muy probable que el Balón de Oro del Mundial 98 se lo hubiera quedado Zidane (autor de 2 goles en el 3-0 de Francia a Brasil) y en el 2010, Iniesta, cuyo gol a cuatro minutos de los penales le dio a España su primera Copa del Mundo.

En esta ocasión, según se consigna en el sitio web de la FIFA, “el Balón de Oro Adidas irá a parar al mejor jugador del torneo. Los miembros del Grupo de Estudios Técnicos de la FIFA decidirán quién se lleva el galardón una vez concluida la final”. Se especifica que se decidirá “una vez concluida la final”. En esta ocasión, además, el Grupo de Estudios Técnicos (GET) está integrado sólo por 5 miembros: el brasileño Carlos Alberto Parreira (DT campeón mundial en 1994), el nigeriano Emmanuel Amunike, el serbio Bora Milutinovic (si no dirige, en algún lugar tiene que estar el inefable Bora, DT en 5 Mundiales con 5 selecciones diferentes), el escocés Andy Roxburgh y el holandés Marco Van Basten. No es tan complicado, con la lista de pretendientes más o menos definida, que cinco personas lo resuelvan en unos minutos tras el pitazo final y la coronación del campeón.

Eden Hazard se lleva la simpatía de muchísimos espectadores porque no predominaron en esta Copa los habilidosos, y vaya si el belga lo fue. El resto de los candidatos estarán seguramente en el partido de mañana: Modric, Rakitic, quién sabe si Mandzukic si mete otro gol decisivo como ante Inglaterra, o Subasic si se viste de héroe nuevamente en los penales como ante Dinamarca y Rusia; mientras que por el lado de Francia se encuentran Mbappé, Griezmann y tampoco habría que descartar a Pogba y a Lloris. O a Varane y Umtiti, si convierten. Por lo pronto, tanto Francia como Croacia se visten con ropa Nike. Los muchachos de Adidas deben estar tapándose los ojos. Así es el fútbol.