Día 30: ¡Cuántas cosas pueden pasar en cuatro años!
Día 30: ¡Cuántas cosas pueden pasar en cuatro años!

#Cadena3Mundial

Día 30: ¡Cuántas cosas pueden pasar en cuatro años!

13/07/2018 | 16:16 |

Un 13 de julio de 2014, Argentina jugaba la final de la Copa del Mundo frente a Alemania. Entre ese subcampeonato y la actualidad, pasó de todo. El aniversario invita a un balance.

Diego Borinsky

A esta hora de la tarde, mientras escribo mi columna N° 30 para Cadena3.com, la antepenúltima de esta serie de notas diarias de la Copa del Mundo, viajo imaginariamente 4 años hacia atrás y me recuerdo en el majestuoso Maracaná, con un dolor de estómago brutal y maldiciendo porque en esa insoportable hora previa al comienzo de la final mundialista N° 20 de la historia no se podía matar el tiempo navegando por internet: había colapsado el wifi, la red móvil, todo.

Allí estaba la representación de nuestro querido fútbol, otra vez en el cotejo decisivo después de 24 años, con cinco intentos fallidos en el medio, y la mirada del mundo entero dispuesta a escrutarnos. Ganar un Mundial nada menos que en Brasil no sólo nos hubiera permitido alcanzar nuestra tercera Copa y darle al mejor jugador del mundo un premio que buena parte del planeta futbolero espera con ansias, sino también anotarse una de esas proezas para la eternidad. Salir campeón en las narices de uno de nuestros rivales más encumbrados, en su casa y ante su gente, hubiera significado lo más cercano al paraíso que se puede alcanzar en el fútbol. Ya conocemos cómo terminó la historia.

Pues bien, el aniversario nos sirve para hace un pequeño balance. Aquel 13 de julio de 2014 fue el último partido de Alejando Sabella como entrenador. Julio Grondona lo quiso convencer para que siguiera, pero se ve que Don Julio no propiciaba un ámbito demasiado cordial para el trabajo. Recordemos que en 2004, un mes después de ganar el oro olímpico que nunca había conseguido nuestro representativo, Marcelo Bielsa también presentó su renuncia. Y dos años más tarde, el propio José Pekerman, después de un muy buen Mundial que se frustró en cuartos de final por penales ante Alemania, renunció en el vestuario y no hubo manera de que cambiara de opinión. Es decir: no sólo se han echado entrenadores en estos últimos 15 años, también se han ido aquellos que hicieron las cosas muy bien y no toleraron el modo en que se planificaba y trabajaba.

En estos cuatro años exactos que se cumplen hoy, la AFA no sólo no pudo corregir ese modo de relacionarse con el entrenador de turno que impuso Grondona en su virreinato de 35 años, sino que lo empeoró. En estos cuatro años que van desde la final del Maracaná a hoy desfilaron 4 presidentes (Julio Grondona, Luis Segura, Armando Pérez y Claudio Tapia), 3 entrenadores que en muy pocos días serán 4 (Gerardo Martino, Edgardo Bauza, Jorge Sampaoli y el que venga) y la Selección disputó 52 partidos. Obtuvo 2 subcampeonatos de América y entró a una nueva Copa del Mundo. Por la puerta de servicio, pero entró.

Como bien destaca el colega Juan Pablo Paterniti en su cuenta de twitter (@jppater), fueron 80 los futbolistas que al menos jugaron un minuto por la Selección en estos 4 años exactos. Apenas 5 de ellos alcanzaron la mitad de presencias en este lapso, lo que habla de una falta de línea futbolera y de continuidad alarmantes. Ángel Di María fue el futbolista con más partidos jugados (46), seguidos por Mascherano y Otamendi (ambos con 42), Banega (41) y Romero (40).

Lionel Messi dio el presente en 35 ocasiones (6°) y seguramente serán unos cuantos los lectores que abrirán los ojos como huevos fritos cuando se encuentren ante nombres como Guido Rodríguez, Leonel Vangioni, Lucas Orban, Gonzalo Rodríguez, Jonathan Silva, Matías Caruzzo, Hugo Campagnaro, José Luis Gómez, Ricky Álvarez, Gino Peruzzi y Emiliano Insúa (todos con 1 partido); Federico Mancuello, Milton Casco, Santiago Vergini (con 2), Víctor Cuesta (3), Lucas Pratto (5), Martín Demichelis (ya retirado del fútbol, con 11), Roberto Tucu Pereyra (10) y Facundo Roncaglia (13), por citar sólo a algunos. Un cocoliche importante.

Recordemos un dato nomás para exponer el escenario caótico de la AFA: en los 30 años que transcurrieron entre 1974 y 2004, la Selección Nacional tuvo apenas cinco entrenadores (Menotti y Bilardo con 8 años cada uno, Basile y Passarella con 4, Bielsa con 6) y en estos últimos 14 años ya llegaremos a 9: Pekerman, Basile, Maradona, Batista, Sabella, Martino, Bauza, Sampaoli y antes de fin de mes sabremos el apellido de quién lo sucederá. Es decir, para ponerlo en términos de proporciones: en la mitad de tiempo tuvimos el doble de entrenadores. Aún para los que se llevaron seguido matemática a marzo: no se trata de una regla de tres simple. Para nada.

Tampoco se ve claro el horizonte, porque este mismo presidente que hace tres meses anunciaba públicamente que Sampaoli era uno de los mejores entrenadores del mundo y que su proyecto de 5 años no dependía del resultado en el Mundial de Rusia, ahora juega una partida de ajedrez con el DT. “Tiene contrato”, afirmó ayer Tapia, en su primera (y escueta) aparición pública tras la eliminación. “Tiene contrato”, afirmó Fernando Baredes, abogado de Sampaoli, apenas pisó hoy Ezeiza. ¡Digan algo que no sepamos, muchachos!

“A fin de mes tomaremos una decisión sobre continuidad”, completó un rato después Daniel Angelici, presidente de Boca y vice de AFA, sabedor como nadie de que la decisión está tomada y que la disputa, ahora, es sólo por una cuestión de dinero, porque ambas partes están convencidas de que el vínculo no da para más. Apenas se lime ese tironeo, el asunto estará concluido. Esperemos que esta vez, la dirigencia tome la decisión correcta y tenga un poquito más de coherencia, aunque cuesta confiar en su palabra.

¡Cuántas cosas pueden pasar en el fútbol en apenas 4 años!