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Día 24: El proyecto de Inglaterra

07/07/2018 | 17:20 |

Con el plantel de menor promedio de edad de las 32 selecciones participantes, el elenco inglés se arribó a las semifinales después de 28 años.

Diego Borinsky

Es curioso, pero los inventores de este juego tan hermoso, los que revientan siempre sus estadios de público y fervor y tienen las competencias más emblemáticas y elegantes (Premier League y FA Cup), ganaron apenas un Mundial de los 20 disputados (en 1966, en su casa y con un gol fantasma) y ninguna de las 15 Eurocopas. Fuera de esa conquista de 1966 no arribó a ninguna final de las dos máximas competencias de selecciones y apenas a una semifinal de Mundial. Fue en 1990, ocasión en la que fueron eliminados por Alemania en la tanda de penales. Hoy, con el 2-0 ante Suecia, han pisado el anteúltimo escalón de la gloria por tercera vez en su historia.

Inglaterra superó a una siempre molesta Suecia con más tranquilidad en el marcador (2-0) que en el juego. Metió dos goles de cabeza, el primero luego de un corner (en total suma 8 de sus 11 tantos en Rusia de pelota parada) y luego se sostuvo en un par de atajadas impresionantes de Jordan Pickford, el joven arquero del Everton, que vuelve a demostrar que para aspirar a los desafíos más importantes es indispensable un hombre que te cierre las persianas del arco. Sin arquero de nivel no hay paraíso.

Pickford nació en Washington, en el distrito de Sunderland, tiene 24 años y una trayectoria por equipos menores hasta que en 2017 pasó al Everton, que tampoco está entre los más destacados de la Premier. Integrante de diferentes selecciones juveniles, llegó a Rusia con un curriculum de apenas 3 partidos amistosos defendiendo el arco de su país. Había debutado el 10 de noviembre 2017 ante Alemania (0-0) y terminó desplazando de la lista a un histórico con pasado mundialista como Joe Hart. Fue el héroe ante Colombia en la tanda de penales, luego de haber protagonizado, quizás, la atajada más espectacular de la Copa, cuando desvió con la punta de sus dedos un remate del colombiano Uribe que se le colaba en el ángulo superior izquierdo. La elección de este arquero desconocido para el gran público es un buen ejemplo que explica este presente de la Selección Inglesa.

Sin figuras descollantes como Bobby Charlton, Gary Lineker, David Beckham, Michel Owen, Wayne Rooney o Steven Gerrard, apenas con la potencia goleadora de Harry Kane, el entrenador Gary Southgate armó un equipo con la base de las selecciones juveniles a las que venía de dirigir durante 3 años hasta que en 2016 tomó la conducción de la mayor.

Inglaterra posee el plantel de menor promedio de edad de las 32 selecciones participantes (24.47 años). Sólo tiene a 3 futbolistas mayores de 30 años; Ashley Young, del Manchester United, es el más viejo con 32. Sí, paradojas de la vida: Young es el más viejo de Inglaterra.

Otro dato que ilustra en qué momento del proyecto se encuentra Inglaterra es la cantidad de presencias con la Selección mayor que sumaban los 11 titulares que enfrentaron a Suecia (283 partidos, 25 de promedio por futbolista, contra los 486 que acumulaban los suecos). Este no era el Mundial para ganar, o para competir en los primeros planos, para los ingleses, sino que el foco estaba puesto en Qatar 2022, pero un funcionamiento aceitado, las actuaciones trascendentes del arquero y del goleador, un laboratorio de notable precisión de pelota parada, más un camino accesible a las semifinales (Túnez, Panamá, Colombia y Suecia; con Bélgica, en el grupo, podía perder) lo han puesto en un sitio de privilegio.

Proyecto. A eso apostó la Federación Inglesa después de algunos años de turbulencia que llevaron, incluso, a provocar la herejía de contratar a dos entrenadores extranjeros para el combinando nacional: el italiano Fabio Capello y el sueco Sven Goran Eriksson. Invirtieron en la construcción de un complejo de primer mundo, el St George’s Park en 2012, idearon un plan para que todos los cuerpos técnicos de las juveniles trabajaran en forma integrada y poco a poco se vieron los resultados. Inglaterra se coronó campeón del mundo el año pasado en el Sub 17, superando a Brasil en semifinales y a España en la final, para obtener el primer título de su historia en la categoría. Y también ganó el Mundial Sub 20 en 2017 (otra vez, el primero de su historia en la categoría) superándonos a nosotros, entre otros, por 3-0. Es decir que Inglaterra hoy es campeón mundial vigente de las dos principales categorías juveniles. Sólo Brasil en 2002-03 conquistó el triplete.

Gareth Southgate, quien había quedado marcado en la historia de su país por fallar ante Alemania su penal en la definición para llegar a la final de la Eurocopa 96, tuvo en sus 3 años como entrenador de las juveniles a Butland, Stones, Kane, Lingard y Loftus-Cheek, del actual plantel. En realidad, 21 de los 23 convocados en Rusia tuvieron un paso previo por las juveniles inglesas. Todos menos el arquero Nick Pope y Jamie Vardy, delantero del Leicester. Los 23 hombres del plantel juegan en la Premier League, lo que le da al DT, evidentemente, más chances de entrenarlos.

Ah, además, Inglaterra ganó las últimas 3 ediciones del Torneo Esperanzas de Toulon.

Esperanzas, sí, las que perdimos por tanto disparate organizativo y dirigencial de los últimos años. Y la que deseamos recuperar con un plan serio y a largo plazo. El Mundial nos lo hace ver a cada rato. Nada es casual.