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Día 22: Y ahora, ¿por quién hinchamos?

05/07/2018 | 12:41 |

Los periodistas de Cadena 3 que cubren el Mundial de Rusia almorzaron en la capital rusa y detallaron los precios y variedad en el menú. Entrá y mirá.

Diego Borinsky

Bueno, aquí estamos a un día de arrancar los cuartos de final. Por supuesto que la jornada del viernes es la más atractiva, justamente porque son los que contienen los dos encuentros de la parte izquierda del cuadro, la que reunió a las selecciones más fuertes: Uruguay-Francia a las 11 de la mañana y luego Brasil-Bélgica (para mí, de aquí surge el campeón) a las 15 horas.

Para el sábado, los choques de los que celebran haber llegado hasta aquí y están un escalón por debajo en las probabilidades de campeonar: Suecia-Inglaterra a la mañana y Rusia-Croacia a la hora de la siesta (habrá que hacer fuerza para no dormirse).

Y bien, señores, ¿por cuál de estas ocho selecciones haremos fuerza de aquí al domingo 15 de julio? Porque una Copa del Mundo, o cualquier otra competición, se disfruta por el placer que ofrece el juego mismo, pero ser testigo de cualquier disputa sin tomar parte por uno de los contendientes es como comer un asado sin sal o una pizza con agua. Paso a dejar, entonces, mi lista de preferencias.

Uruguay
De acuerdo a un par de encuestas de estos días, es el elegido por la mayoría de los argentinos, con claro predominio por sobre el resto. Toman mate como nosotros, son nuestros vecinos más cercanos, muchos argentinos vacacionan seguido allí, tenemos demasiadas costumbres en común. Da la sensación de que la identificación pasa por allí. “El amor de los argentinos por Uruguay debe ser el amor menos correspondido de la historia del fútbol”, tuiteó el 30 de junio el muy buen escritor argentino Sergio Olguín, autor de “La fragilidad de los cuerpos” (ya que estamos, la recomiendo fervorosamente). Coincido con Olguín, y no sólo en el ámbito futbolero: los argentinos queremos más a los uruguayos que la recíproca. Sin profundizar en un estudio sociológico al respecto, agregaría que me encanta Montevideo, que admiro a la sociedad uruguaya por el culto a la conversación y a la vida transitada a la mitad de las revoluciones que nosotros, que el Maestro Tabárez es un ejemplo y Luis Suárez el mejor amigo de Messi, sí, todo perfecto, pero en lo futbolístico somos rivales. Uruguay es nuestro histórico adversario desde los comienzos del fútbol. Luego se sumó Brasil y más tarde Inglaterra (y algunos quieren, insólitamente, poner a Chile en ese escalón con sus memes y cargadas). Además, si Uruguay sale campeón nos pasa en Mundiales: 3-2. Lo siento. Seguiré queriéndolos, respetándolos y admirándolos mucho, pero no cuenten conmigo para alentarlos.

Francia
El candidato de Sampaoli, sin dudas. “Perdimos contra el campeón, y encima si no se metía Di María para ahogarle el cabezazo a Fazio en la última, le empatábamos sobre la hora”, podría argumentar en un hipotético juicio sumario a su performance en Rusia. Personalmente, ver a Griezmann y Mbappé me trae recuerdos ingratos y demasiado frescos. Aparte nos igualaría en Mundiales ganados. Paso.

Rusia
La verdad, las rusas son hermosas. Cuentan los enviados especiales que viajar en el metro de Moscú es casi como sentarse en primera fila de cualquier desfile de las mejores marcas de ropa. Algo de eso se ve en las tribunas. Y se palpa, a la distancia, que se trata de un muy buen anfitrión. Pero en fútbol son bastante rudimentarios. Se clasificaron en la zona más fácil después de un penoso 0-3 con Uruguay y ante España pusieron el micro doble piso en la línea del arco. Es perfectamente válido que cada entrenador diseñe su estrategia de acuerdo a sus posibilidades, nada más sensato que conocer las limitaciones propias, pero que un equipo tan básico y mezquino termine levantando la Copa es una derrota del fútbol-juego. El que sigue.

Suecia
Veo esas camisetas amarillas y recuerdo la madrugada infausta del 2002 en que nos echaron del Mundial. Esa es más fuerte que cualquier otra imagen. Nos pusimos un poquito su camiseta cuando provocaron la hecatombe de impedir la llegada de Italia al Mundial y cuando tuvieron a Alemania al borde del nocaut, pero su fútbol es insulso, hay que aspirar a algo más que la mediocridad como idea triunfadora en una Copa del Mundo. Continuemos.

Croacia
El comienzo del fin de nuestro Mundial. La Selección que nos privó de ir por el camino más sencillo hacia la cumbre, o al menos de avanzar alguna etapa más, la que nos metió un piñón con formato de 0-3 y nos hizo caer en la realidad. “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remdio”, canta el Nano Serrat. Pero déjame un ratito más disfrutar del Mundial, Croacia. Si a Sampaoli le sirve para su descargo (perdimos contra el campeón del mundo), allá él, yo no me prendo.

Brasil
Hermoso país. Mar calentito, playas sin viento, capirinha al paso, camarao no palito, garotas y garotos con toda la onda según las preferencias sexuales, vida desprejuiciada, fuchibol que irradia felicidad en cada picadito en la arena, un crack como Marcelo, el carnaval, los trucos de magia de Neymar, la envidia de vivir la vida con alegría. Tudu bem. Que es importante para Sudamérica que la Copa vuelva al continente después de 3 Mundiales seguidos ganados por los Europeos (Italia 2006, España 2010, Alemania 2014), sí, sí, perfecto, pero son nuestros rivales en los futbolístico. Paso.

Bélgica
Sí, señores, aquí me detengo. Hincharé por los belgas. Son los que más me cautivaron con su juego. Van al frente como locos, mueven la pelota de aquí para allá, una marea roja que ocupa los espacios como pocos. Un equipo que desprende un aroma inconfundible a Holanda del 74, la selección que enamoró a tantos neutrales en todo el planeta, campeón sin corona, y cuyo legado se vio en el Barcelona de Cruyff primero y de Guardiola después, en el City de hoy y tantos equipos que asfixian al rival y hacen de la movilidad permanente y el juego corto y asociado su culto. Fue épica su remontada ante Japón y, si se cargan a Brasil en lo que promete ser un partidazo, gozarán de ese plus de simpatía de unos cuantos futboleros de esta tierra. Los eliminamos en la semi de México 86 y en los cuartos del Mundial pasado (aunque ellos nos amargaron el debut en España 82), así que podemos pagar esas culpas poniéndonos esa camiseta roja tan linda que me remite a los sweters escoceses que alguna vez compré en infancia. De paso, ampliamos la galería de campeones históricos de 8 a 9, pero los tenemos abajo en el palmarés ¡Vamos Bélgica, todavía!