La historia del descubridor de Julián Álvarez y el "Diablito" Echeverri

 Al 'Diablito' lo 'encontramos' a los 10 años. Obvio que tuvimos que hablar con los padres. A esa edad no lo podíamos traer a pensión.

Quería venir a Buenos Aires con los padres. Porque extrañaba mucho.

D'Onofrio confiaba mucho en nuestro ojo, por lo que accedió a alquilarle un departamento a la familia.

Yo traje a Julián Álvarez por teléfono. Le hablé al padre y le dije que sinceramente no había estado en la prueba, pero que conocía su potencial.

Con la venta de Julián se subvenciona el gasto de la pensión por cuatro o cinco años.

En la pensión de River tenemos los viáticos de 220 chicos en total.

A veces no depende de nosotros ni de los chicos. Los directivos a veces toman como una pérdida de plata, pero jamás lo es.

Cada club tiene su forma de captar jugadores. Nosotros buscamos la impronta, que tengan un estilo creativo. Jugadores ingeniosos y creativos.

Cuando llegan es un orgullo y una alegría muy grande.

Echeverri no es un típico enganche como todos creen, se mueve por todo el frente de ataque.

Está destinado a triunfar, pero se lo está llevando a conciencia.