Schiaretti y el ¿jaque mate? de Massa al tercer espacio

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Schiaretti y el ¿jaque mate? de Massa al tercer espacio

31/05/2019 | 18:09 |

El actual gobernador aventaja por 20 puntos al candidato de Cambiemos, Marcelo Dorrego, quien reconoció la derrota. Votó el 74% del padrón electoral.

Carlos Sagristani

Por Carlos Sagristani

La irritación se respiraba en el Panal, tras el anuncio velado de que Sergio Massa se alista para saltar el charco. Les fastidió que lo haya expuesto a Juan Schiaretti, apenas dos días antes, a la foto de un acuerdo de cuatro que ya estaba herido de muerte.

Enojo no quiere decir sorpresa por el disparo de gracia del tigrense. Era la borocoteada más predecible en años.

Desde el schiarettismo dieron dos explicaciones a la decisión de Massa:

  1. “Es Massita –le dijo un ministro cordobés a Cadena 3--, un hombre de convicciones y lealtades siempre provisorias”.
  2. “Tiene una estructura detrás a la cual darle respuestas”. O sea, espacios de poder.

Era evidente que al jefe de los renovadores le costaba resistir la presión de intendentes y legisladores de su espacio. Pelean por la supervivencia política y para ello necesitan colgarse de listas encabezadas por candidatos competitivos. Massa ya no lo era. Ni siquiera en su territorio, la Provincia de Buenos Aires. Por eso le reclamaron ponerse al abrigo de Cristina.

Ya se negocia. Hubo conversaciones preliminares entre Máximo Kirchner y Juan José Alvarez, ex ministro de Duhalde y operador de Massa.

La fórmulas nacional y bonaerense “están cerradas”, avisó por las dudas Alberto Fernández. El federal abandónico desistiría también de exponerse al bochorno en una PASO presidencial que lo dejaría demasiado lejos. Estaría más dispuesto a “empujar del carro” que a “liderar”, para usar su propia metáfora. Igual, nada está lacrado.

El kirchnerismo sería generoso con los intendentes bonaerenses. No tanto con los legisladores provinciales. Y menos aún con la lista de diputados nacionales, que Massa aspiraría a encabezar. Deberá pulsear con su ex socio Felipe Solá por ese lugar. Según trasciende, el segundo sería para el cupo femenino y Máximo no se movería del tercero.

No es el único dilema que los renovadores enfrentan en la negociación. Son 21 los diputados de esa bancada cuyo mandato caduca en diciembre. Y no hay cobijo para tantos.

El desacuerdo con Lavagna debilitó las chances de construir un tercer espacio amplio con la inclusión de referentes del progresismo. La fuga de gobernadores –sólo quedaron Schiaretti y Juan Manuel Urtubey-- vació el teórico poder territorial de los peronistas federales. La jugada de Massa puede ser el jaque mate para el gran armado imaginó Schiaretti.

Él no puede encogerse de hombros con el argumento de que su lugar es Córdoba. De verdad lo es. Lo que antes pudo ser una elección ahora es inevitable: debe abrazarse al voto que le asignó un tercer mandato en la Provincia. Pero como ya dijo también, Córdoba no es una isla.

Le será difícil alambrar Córdoba si no logra un buen resultado en las elecciones de Diputados nacionales. Y como ya previno, los cordobeses pueden votar a un gobernador de un partido y a un presidente de otro. Ya en 2015 Mauricio Macri atrajo gran parte de su caudal en las elecciones nacionales. Por eso Schiaretti desdobló el calendario.

Ahora enfrentará el mismo reto sin poder adosar sus candidatos legislativos a una boleta presidencial competitiva. En el escenario de una PASO de Alternativa Federal podría haber compartido con los presidenciables una lista única de diputados. Ahora sólo cuenta con Urtubey. Parece poco.

Cambiemos se encamina a una lista única en las legislativas. Aunque esté pegada con alfileres, le dará batalla.

Los escenarios que se proyectan en la hipótesis de un eventual triunfo de Cristina Kirchner inquietan en el Panal ¿Aislaría otra vez a Córdoba? ¿Eso complicaría la gobernabilidad en la Provincia? ¿O pondría al gobernador frente al abismo más temido: pactar para sobrevivir?

Schiaretti es su propio estratega. Si bien escucha a un puñado de íntimos, suele decidir en soledad. Estas cavilaciones deben estar perturbando su descanso.