Consideran "una aberración política" la venta de misoprostol

Marcelo Peretta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (Safyb), calificó como "una aberración política" la decisión de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) de autorizar la venta en farmacias de misoprostol (droga para realizar abortos ambulatorios).

El organismo ya había aprobado en agosto el proyecto del laboratorio Domínguez para producir misoprostol sin agregado de diclofenac y para administración por vía vaginal. Sin embargo, en ese momento, se había limitado su distribución únicamente a hospitales.

"El misoprostol, con agregado de diclofenac, ya se vende en las farmacias con fines de protección gástrica, pero también se vende como abortivo; esto vendría a ser una nueva formulación, que en lugar de contener misoprostol y diclofenac como la actual, contiene sólo misoprostol", aclaró Peretta a Cadena 3.

Consideró, además: "Desde lo técnico lo vemos bien, entendemos que si el Anmat autoriza un medicamento, el paciente viene con una receta, se archiva, se registra en el libro recetario y se dispensa".

Destacó que, en este caso se le da cierto rol al farmacéutico, porque de las 12 pastillas, ocho se toman y cuatro son intravaginales. Explicar el uso correcto del medicamento es importante para lograr la Interrupción legal del Embarazo (ILE).

"Desde el punto de vista técnico es un avance, porque el embarazo no deseado es un problema de salud pública y en el mundo, donde está aprobado el aborto, se resuelve de esta manera", indicó.

No obstante, sostuvo: "Fuera de lo técnico y lo estrictamente jurídico y político es un escándalo y una aberración política, porque el Congreso acaba de mantener la prohibición del aborto, salvo que esté en riesgo la vida de la paciente o haya sido producto de una violación".

"Es un escándalo y alimenta la guerra, porque los senadores dijeron 'no' a la Interrupción Voluntaria del Embarazo y esta resolución acaba de decir 'sí', por más que está disfrazada en que el médico va a decir que corre riesgo la vida de la madre, cuando esto se da en el 5% de los casos", se sinceró.

Asimismo, advirtió: "El rol del médico va a ser más auditado, para ver qué estudios hizo para verificar que estaba en riesgo la salud de la madre, y el farmacéutico, si tomó los recaudos de la receta, la registró y explicó el uso del medicamento".

"El farmacéutico, igual que el médico, tiene objeción de conciencia", señaló cuando consideró que muchos colegas optarán por no vender misoprostol.

Entrevista de Luis Fernández Echegaray.