Sociedad

2016: Agenda Abierta

30/12/2015 | 12:57

Estamos en semanas de festejos y evocaciones. El ambiente invita a lecturas cortas y ligeras.

Siguiendo esta pauta, me propongo cerrar el año que dejamos atrás con un breve y nada exhaustivo recordatorio de los temas que quedan abiertos para 2016, desde la óptica europea y con el corazón austral.

El terrorismo y los refugiados seguirán siendo la tenaza que angustia a los europeos y pone a prueba su inteligencia social y su tolerancia para hacer frente al primero y gestionar humanamente el segundo. La sociedad ha marchado por delante de los gobernantes, atenazados por intereses cruzados que impiden el hallazgo de soluciones.

Es deseable que desde Bruselas y Estrasburgo empiecen a llegar decisiones sabias y talentosas, ausentes hasta el momento.

Ocuparnos de la salud de nuestro planeta no es una tarea para el 2016. Lo será hasta que podamos torcer la destructiva tendencia de la actividad humana. Ya hemos pasado algunos puntos de no retorno. Al menos, cambiemos nuestra conducta individual respecto al cambio climático. El año entrante tiene que ser el momento de hacerlo. Después puede ser tarde.

El Papa Francisco continuará con su cruzada regeneradora de murallas adentro del Vaticano, mientras afuera, su imagen amable y canchera le ayudará a transmitir el mensaje pastoral que ha posibilitado recuperar a católicos desencantados y seducir a laicos.

Los aires de cambio inquietan a la curia tradicional y allí se plantea, tal vez, el mayor desafío a resolver para el jesuita Bergoglio.

En clave española, la larga crisis ha desembocado en sendos panoramas de ingobernabilidad: Cataluña y la propia España, donde los pactos se han vuelto imprescindibles en una sociedad poco acostumbrada a ellos.

Y el descrédito de las instituciones seguirá al alza cuando en pocas semanas veamos desfilar ante el juez a la hija del antiguo rey y hermana del actual, y las causas por corrupción política y empresarial continúen produciendo titulares que, de tanto repetirse, parecen anestesiar a ciertas capas sociales.

A finales de febrero debería quedar resuelta la crisis institucional en la FIFA, un caldero de corrupción y sobornos guisado a fuego lento desde hace años y en cuyo recipiente cayeron los más altos dirigentes del fútbol mundial.

Por suerte el fútbol, fuera de esos despachos malolientes, tiene a Messi, genial creador de vínculos inescrutables con la pelota, insaciable cazador de récords y trofeos que seguirá persiguiendo en el nuevo año, con esa naturalidad que lleva una década alucinándonos. Habrá Messi en la cancha y también en los tribunales. A los jueces será más difícil gambetearlos.

Se me acaba el espacio, y lo quiero aprovechar para agradecerles la interacción generada en este “Blog Rayuela” desde que inicié mis comentarios hace varios meses.

A los que me leyeron sin más, a los que participaron con su opinión, a los que aportaron otros matices, a los que me exigieron...no saben cuánto se los agradezco. Es reconfortante hallar respuesta cuando uno está al otro lado del gran charco, intuyendo en la bruma las reacciones de cada mensaje metido en esta botella que cada tanto cruza el mar virtual de la comunicación.

Feliz año, buena vida, buen amor, nos seguiremos encontrando en 2016.