El cómico Zelensky ganó las presidenciales en Ucrania

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Ucrania: Zelensky al gobierno, Netflix al poder

22/04/2019 | 09:30 |

La primera incursión en política de Volodymyr Zelensky será como presidente del país. ¿Sus antecedentes? Interpretar a un mandatario honesto en la serie de televisión Siervo del

Pueblo.

Marcos Calligaris

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Finalmente hubo un cisne negro en Ucrania. El cómico Volodymyr Zelensky se impuso en las presidenciales con más del 73,16 % de los votos sobre el actual mandatario, Petro Poroshenko, que sólo cosechó el 24,50 % de los sufragios, con el 95,20 % de los votos escrutados.

El sorprendente ganador del balotaje de este 21 de abril es un comediante de origen judío, de 41 años, que además es empresario y abogado, y no tiene trayectoria de gestión por la cual juzgarlo. La mayor certeza sobre el nuevo mandatario es que fue un buen presidente de Ucrania en la serie de televisión Siervo del Pueblo (Слуга народу, en ucraniano) donde encarna al profesor Vasily Goloborodko, quien llega al poder inesperadamente y se enfrenta a los grandes oligarcas y la corrupción.

En un momento de creciente descrédito de las principales figuras políticas del país, este personaje, literalmente de película, supo presentarse como el 'outsider' salvador a través de la serie –que en toda la región se emite por Netflix–, así como por medio de una agresiva apuesta en las redes, poniendo de manifiesto tanto el hartazgo con la clase política tradicional, como el poder de las redes para hacer campaña.

Más allá de algunas propuestas generales, su verdadero programa es una incógnita. Durante la campaña se presentó como un ciudadano de a pie que probó el cambio propuesto por Poroshenko y ahora quiere que le devuelvan el tiempo perdido. Eso le bastó para conquistar a un amplio sector de ucranianos decepcionados con el régimen surgido de la revuelta del Euromaidán en 2014, una serie de protestas que acabaron en el 
derrocamiento del presidente prorruso Víktor Yanukóvich.

"No los voy a defraudar"
Pasadas las 20 de este domingo, apenas conocidos los abrumantes guarismos de boca de urna, Zelensky celebró la victoria pronunciándose ante sus seguidores. "No los voy a defraudar", fueron sus primeras palabras, que pueden resonar familiares en Argentina.

Poroshenko, por su parte, felicitó al ganador. "Salgo de la Presidencia el próximo mes. La mayoría de los ucranianos ha decidido, y yo acepto esa decisión", afirmó en su búnker un líder de expresión adusta, que durante su mandato le plantó cara a la insurgencia prorrusa y acercó Ucrania a Europa, pero que no logró que su lucha contra la corrupción diera frutos visibles.

Era una derrota anunciada. En la primera vuelta, celebrada el 31 de marzo, Zelensky (30.24 %) le había sacado una apreciable diferencia al actual mandatario (15.95 %) en las que fueron consideradas las elecciones más abiertas de la historia de Ucrania (participaron 39 candidatos) para decidir quién gobernaría durante los próximos cinco años esta nación de 42 millones de habitantes.

¿Qué se espera de Zelensky?
Esta es una verdadera incógnita, no sólo de quienes lo votaron y los que no, sino también de la comunidad internacional, principalmente de la Unión Europea y Rusia.

En cuanto a la política doméstica, según prometió en la campaña, Zelensky comenzará recortando privilegios por arriba: aseguró que pondrá fin a la inmunidad de los diputados, de los jueces y del propio presidente. También pretende instaurar un sistema de consultas 'online' para tomar decisiones, y lo mismo ocurrirá a la hora de nombrar altos cargos, ya que aseguró que organizará concursos de méritos con jurados especializados en cada materia.

Asimismo, declaró su intención de contratar como asesores a los ex ministros partidarios de reformas que abandonaron el gabinete actual por la frustración ante la falta de avances. 

Sin embargo, para llevar a cabo esto deberá conseguir un Parlamento receptivo que lo acompañe, por lo que la verdadera campaña de cara a las elecciones parlamentarias de noviembre acaba de empezar.

Rusia, el gran vecino

Muchos en Rusia ya han tomado nota del resultado en Ucrania, donde veían atónitos cómo los candidatos principales llegaron a debatir sin mayores dificultades en un estadio con capacidad para 70.000 personas. "A todos los ciudadanos de los países poscomunistas: mírenos. Todo es posible", afirmó tras su triunfo Zelensky, como un tiro por elevación para los ciudadanos rusos, que ven al mismo presidente ocupando el poder desde hace 19 años.

Pero llegó el momento de la realpolitik. Ahora el flamante mandatario deberá lidiar con las tensiones surgidas con Rusia, desde que ese país se anexionó Crimea en 2014, así como con el conflicto civil en el este del país, donde tanto la región de Donetsk como la de Lugansk declararon su independencia de Ucrania.

En ese sentido, durante la campaña, Zelensky había afirmado que estaba dispuesto a dialogar con el presidente ruso por el tema de Crimea, pero la respuesta desde Moscú no tardó en llegar. "Crimea no se discute, es un tema cerrado definitivamente", replicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Al respecto, una de las primeras reacciones desde Rusia ante el aplastante triunfo del comediante llegó de parte del ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, quien lo instó a dialogar con los separatistas prorrusos en las regiones del este del Donbás. "No hay alternativa al diálogo directo con las personas que forman parte de un amplio sector de tu propio pueblo, si es que los seguís considerando parte de tu pueblo", declaró.

Por su parte, el primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, lanzó un mensaje de acercamiento, al afirmar que "los dos países tienen la oportunidad de mejorar las relaciones".

La Unión Europea, Trump, Macron y Bolsonaro 

Ante la incertidumbre de si Ucrania volverá a estrechar lazos con Rusia o continuará apuntando sus dardos a una posible integración con la Unión Europea, Volodymyr Zelensky afirmó en campaña que respalda la orientación europea del Gobierno actual, pero sostuvo que Ucrania no está preparada para ingresar en la UE. Esto generó cierta incertidumbre en las cancillerías occidentales, que deberán esperar un tiempo prudente para conocer la posición que adoptará el flamante mandatario.

Asimismo, el actor tuvo tiempo para orientar (o desorientar) con algunas definiciones respecto a su ubicación en el espectro político. Zelensky se describió como "muy liberal" y antisistema, y adelantó cuáles podrían ser sus modelos a seguir: Emmanuel Macron y Jair Bolsonaro, a quienes señaló como "dos actores nuevos y audaces en la política".

Consultado sobre Trump, y fiel a su estilo, señaló que se imagina entendiéndose en buenos términos con el estadounidense. "Después de todo, pertenecemos los dos a la misma industria", bromeó.

Y como no podía ser de otra manera, el presidente electo ya cuenta con sus detractores. Estos lo acusan de ser una marioneta de los oligarcas, puntualmente de Igor Kolomoisky, un empresario acusado de defraudar en miles de millones de dólares al banco más grande del país.

Habrá que ver si Volodymyr Zelensky está a la altura del ficcional presidente Vasily Goloborodko, quien en 'Siervo del Pueblo' se enfrenta exitosamente a los grandes oligarcas y la corrupción. Un fracaso convertiría a la ya compleja realidad del país en una absurda comedia con el consabido perjudicado, el ucraniano de a pie.