Grave denuncia
10/09/2025 | 09:37
Redacción Cadena 3
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Sufrió un ACV y denuncian que el PAMI la excluyó del tratamiento de rehabilitación
Una familia de Villa La Bolsa denunció públicamente al PAMI por lo que consideraron un abandono en la atención de una paciente con graves secuelas tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico.
María Lourdes Annovelli, hija de Alicia Amadora Fierro, contó la odisea que enfrenta para garantizar la continuidad del tratamiento de su madre, quien requiere cuidados especializados.
Según indicó Lourdes a Cadena 3, su madre sufrió un ACV en 2023 que le dejó paralizado el lado derecho del cuerpo, pérdida del habla y la necesidad de un botón gástrico para alimentarse.
Desde entonces, estuvo internada en el Centro Cubano Argentino de Rehabilitación en Córdoba, donde recibía tratamiento para su rehabilitación motora y respiratoria. Sin embargo, el 31 de julio de este año, tras contraer una neumonía y ser trasladada al Hospital Italiano, comenzó un calvario burocrático.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/El médico del Hospital Italiano, prestador de PAMI, emitió una orden médica para que la paciente regresara al Centro Cubano Argentino, argumentando la necesidad de continuar con la rehabilitación. Pero el PAMI rechazó el traslado y le indicaron a Lourdes que "se llevara a su madre a casa", una respuesta que la familia consideró cruel e inadecuada, dado el delicado estado de salud de la paciente y la falta de recursos para brindarle cuidados especializados en el hogar.
Lourdes relató que, pese a presentar la documentación requerida en la sede de PAMI en Córdoba, le indicaron que debía realizar el trámite en la unidad de gestión local de Alta Gracia, ya que su madre reside en Villa La Bolsa.
Allí, le confirmaron que la orden médica estaba vigente, pero el pedido de traslado fue nuevamente rechazado sin explicaciones claras. "No me dicen por qué, no me dan motivos", expresó Lourdes a Cadena 3, quien sospecha que la negativa responde a los altos costos de mantener a su madre en el centro de rehabilitación.
La familia sostiene que el PAMI argumentó que la paciente "ya no tiene más que rehabilitar" y que el centro donde estaba internada es "muy caro". Aunque se les ofreció una alternativa en un establecimiento de menores recursos, Lourdes afirmó que no cumple con los cuidados intensivos que su madre requiere. "Mi mamá necesita un lugar que pueda atender sus secuelas, no cualquier lugar", concluyó.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/Mi madre no es un gasto. Es una persona. Y la están dejando morir por burocracia y por ‘ser muy cara’
Hoy escribo no solo como hija, sino como testigo de una injusticia que duele en el alma: el abandono sistemático, frío y calculado de una adulta mayor que depende del Estado para vivir con dignidad.
Mi madre, Alicia Amadora Fierro, sufrió un ACV en 2023. Quedó con movilidad reducida, sin poder hablar, pero con ganas de vivir. Con esfuerzo, cariño y terapias en el Centro Cubano Argentino de Rehabilitación, logró avances: se levantaba, comía con apoyo, interactuaba, sonreía con los ojos. Tenía una rutina. Tenía esperanza. Tenía vida.
Hasta que, en agosto de 2025, tras una neumonía, fue internada en el Hospital Italiano. Cuando los médicos dijeron que ya no necesitaba cuidados agudos, sino continuidad en rehabilitación crónica y cuidados paliativos, algo inexplicable —e inhumano— ocurrió:
PAMI le negó el regreso al centro donde estaba rehabilitándose.
El Centro Cubano pidió formalmente su reingreso. PAMI dijo “no”.
El Hospital Italiano, con su equipo médico, solicitó su traslado a un ámbito adecuado que era donde ella estaba. PAMI volvió a decir “no”.
Su orden de prestación seguía activa. Pero no importo. ¿El motivo que me dieron? “Es muy cara para el sistema”.
Sí. Escucharon bien.
“Es muy cara.”
Como si el valor de una vida se midiera en pesos.
Como si el cuidado de quien nos precedió fuera un lujo, y no un derecho.
Como si dejarla en una cama de hospital, inmóvil, sin terapias, sin estímulos, sin dignidad… fuera una “solución”.
Y mientras tanto, mi madre se apaga.
Ya no mira. Ya casi no come. Duerme todo el día. Ha perdido hasta la chispa mínima de interacción que conservaba.
No está enferma de muerte. Está enferma de abandono.
¿Qué clase de sociedad somos cuando permitimos que nuestros adultos mayores —esos que nos criaron, trabajaron, construyeron este país— sean tratados como trámites incómodos?
¿Qué clase de sistema de salud prioriza el ahorro económico sobre la vida humana?
En Japón, celebran el Día del Respeto a los Ancianos.
En China, los veneran como pilares de la familia y la sabiduría.
Aquí… los dejamos esperando la muerte en una cama, porque “no hay lugar”, “no corresponde”, o simplemente… “es muy caro”.
¡BASTA!
No permitamos que la indiferencia institucional borre lo que aún late en el pecho de quienes más necesitan de nosotros.
No normalicemos el abandono como si fuera “lo que hay”.
No permitamos que PAMI, ni ningún organismo, decida quién “vale la pena” cuidar y quién no.
Solo pedimos:
• La reubicación de mi madre en un lugar adecuado,como en el que estaba con rehabilitación continua y cuidados paliativos.
• El respeto al criterio médico del Hospital Italiano y del Centro Cubano, ignorado por decisiones administrativas arbitrarias.
• La vigencia real de su orden de prestación, que existia… pero dejaron pasar el tiempo a que hacerla valer.
• Transparencia: ¿Quién decide que una vida “es muy cara”? ¿Con qué criterios? ¿Quién responde por este deterioro?
Esto no es un caso aislado.
Es el grito de miles de familias que ven cómo sus seres queridos son desechados por un sistema que perdió el norte… y el corazón.
A los medios, a la sociedad, a quienes aún tienen empatía:
Ayúdennos a visibilizar esto.
Porque tal vez, solo tal vez, si esto se lee, se comparte, se grita… alguien con poder de decisión despierte y actúe antes de que sea demasiado tarde.
Mi madre no pide mucho. Solo pide lo que le corresponde: vivir con dignidad hasta el último día.
¿Es mucho pedir?
Con dolor, con rabia, con amor inquebrantable
Y quiero hacer una salvedad, también hay gente buena en PAMI que nos dio su escucha, contención y entendió lo que claramente como hijas exponíamos, pero están atados de pies y manos para poder ayudarnos. A esas hermosas personas queremos agradecerles, su escucha, contención y amor tratando de ayudarnos.
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/Fin Código Embebido/Entrevista de Miguel Clariá.
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