Tensión mundial
23/07/2019 | 09:52 |
Fuentes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos señalan a Rusia como responsable. Moscú niega los hechos y acusa a los Cascos Blancos de armar una puesta en escena.
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Un ataque aéreo llevado a cabo supuestamente por Rusia tuvo como objetivo un centro mayorista de verduras en Idlib, una región que aún se encuentra bajo control de rebeldes y yihadistas, dejando como resultado al menos 43 víctimas mortales y 100 heridos.
Imágenes que circularon en las últimas horas muestran las consecuencias del ataque aéreo, que fue reportado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), según la agencia Efe.
Esta ONG, con sede en el Reino Unido y que cuenta con una red de colaboradores en Siria, precisó a través de un comunicado que cazas rusos bombardearon la localidad de Maarat al Nuaman, en el sur de la región de Idlib, el último bastión opositor en Siria.
Idlib no es controlada por Damasco y permanece en manos de los yihadistas del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS, exrama siria de Al Qaeda). Además, allí conviven otras facciones rebeldes y yihadistas.
Desmentida del Kremlin
Tras los primeros informes publicados en la prensa occidental, finalmente Rusia desmintió haber bombardeado el área, negando las acusaciones de los Cascos Blancos, una organización de socorristas que opera en la zona rebelde.
"Las declaraciones de representantes anónimos de la organización Cascos Blancos, financiada por el Reino Unido y Estados Unidos, sobre supuestos ataques aéreos rusos contra un mercado en Maarat al Nuaman son falsas", reza el comunicado del Ministerio de Defensa ruso. El mismo agrega que "la aviación de la Fuerza Aeroespacial de Rusia no realizó misión alguna en esta zona de la República Árabe Siria".
Según los denunciantes, la aviación de Damasco y su aliado, Rusia, atacaron Idlib casi diariamente en los últimos meses, en el marco de una ofensiva militar no declarada en la zona desmilitarizada alrededor de Idlib.
Acuerdo entre Rusia y Turquía
En Ia región de Idlib rige un acuerdo entre Rusia y Turquía para crear un corredor humanitario del que las tropas leales a Bashar al Asad, así como los grupos opositores y yihadistas debían retirarse a partir de octubre de 2018.
No obstante, desde entonces hubo constantes rupturas del cese del fuego. El OSDH asegura que más de 650 civiles han perdido la vida en casi tres meses y que 330.000 han huido de la violencia, según la ONU.
El mandatario de Rusia, Vladímir Putin, ordenó en 2015 ―a pedido del presidente sirio Bashar al Asad― la intervención del Ejército ruso en Siria para acabar con la amenaza yihadista. Esta operación militar, según Occidente, salvó al régimen sirio de una derrota anunciada.
Informe de Marcos Calligaris.