Conflicto universitario
13/09/2018 | 07:15 |
Juan Marcelo Conrero, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, advirtió que la imposibilidad de acceder al sistema operativo que allí funciona puede afectar a toda la comunidad universitaria.
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La toma del Pabellón Argentina podría afectar a toda la UNC
Juan Marcelo Conrero, el decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y director de Gestión Institucional de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), denunció que el sistema operativo, que funciona dentro del Pabellón Argentina tomado por estudiantes, pone en riesgo el funcionamiento de toda la comunidad educativa.
"Si bien no funcionamos físicamente allí, todos nuestros programas y sistemas informáticos que utilizamos están arraigados en el Pabellón Argentina donde tenemos una 'mega computadora'", explicó Conrero en diálogo con Cadena 3.
Conrero indicó que los técnicos están impedidos de ingresar a reparar el sistema informático, que se podría ver afectado por un "recalentamiento".
"Nos dejaron ingresar una vez, había un equipo de aire acondicionado que estaba dañado y no se pudo cambiar. Seguimos con el equipo entre amarillo y rojo", advirtió.
Y subrayó que la imposibilidad de utilizar ese "cerebro" afecta a áreas de gestiones académicas y estudiantiles, de extensión, escuelas de oficios y además impide la gestión de las colaciones y la entrega de los diplomas.
"Nos están privando de hacer colaciones de grados, de dictar clases de oficios, es un problema grave que nos puede afectar a toda la universidad y no sólo a un sector", alertó.
Por otro lado, afirmó que son "insólitos" los pedidos que realiza el grupo de estudiantes que lleva a cabo la toma al señalar que reclaman por la anulación del acuerdo con el FMI y por la extradición de Facundo Jones Huala.
"No podemos resolverlos, son cuestiones que nos exigen de las cuales no tenemos capacidad resolutiva de estas cuestiones y por lo tanto es lo mismo que nos dijeran que se van a quedar. Es algo tan ilógico", manifestó.
"Estamos tratando de definir interlocutores válidos, ni siquiera el juez puede lograr definir el interlocutor válido para entablar un canal de diálogo", reclamó. Y agregó: "Hay gente que realmente está delirando, que ni siquiera buscan el motivo por el cual podríamos llegar a un acuerdo".
Por último, consideró que la Justicia debería haber actuado de oficio e intervenir con la fuerza pública, pero aseguró que como directivos "no quieren que eso suceda".
Entrevista de Miguel Clariá.