Jorge Jofré: "El modelo policial no asegura una selección rigurosa de personal"

El doctor Jorge Jofré, criminólogo, experto en seguridad ciudadana y director de la Diplomatura en Seguridad Ciudadana de la Universidad Blas Pascal, analizó la profunda crisis institucional que atraviesa la Policía de Córdoba, destacando la necesidad de reformar el modelo policial para garantizar transparencia, profesionalismo y controles efectivos.

Jofré señaló que los recientes escándalos, como el narcoescándalo de 2013 y los casos de corrupción policial que llegaron a condena, evidencian fallas estructurales en la institución. "El modelo policial actual no garantiza una selección rigurosa de personal ni ascensos basados en méritos objetivos. Es un sistema que prioriza relaciones personales y lealtades internas por sobre la vocación y la ética", afirmó.

El experto recordó que en 2013 presentó un proyecto de ley en la Legislatura de Córdoba para incorporar concursos públicos para los cargos de subcomisario, comisario y comisario inspector, similares a los utilizados en el Poder Judicial. Según Jofré, esta medida buscaría fomentar la educación continua y la objetividad en los ascensos, evitando que las decisiones recaigan en la discrecionalidad de los jefes policiales. “Hoy, los ascensos dependen de un modelo de control de legajos que no prioriza la formación ni la idoneidad, sino conexiones internas y, en muchos casos, vínculos con el poder político”, explicó.

Jofré también criticó el concepto de "autogobierno policial", donde los propios efectivos regulan los cargos a través de contactos internos, lo que genera una "cúpula cerrada" difícil de controlar por las autoridades políticas. "La política no conoce ni controla realmente a la Policía. Hay una relación de cercanía entre los miembros de la plana mayor que dificulta la transparencia", afirmó.

En referencia a los intentos de reforma, Jofré destacó la creación del Tribunal de Conducta Policial en 2003, del cual fue presidente, como un paso hacia la "civilización" de la institución. Sin embargo, lamentó que la presión de la propia Policía logró revertir medidas clave, como la devolución de potestades disciplinarias a los comisarios. "Se les dio poder para sancionar y suspender con afectación económica, lo que refuerza la lealtad al jefe por miedo, no al sistema", indicó.

El criminólogo también desmintió que los bajos salarios sean la principal causa de la corrupción policial. Según datos del Indec, un policía recién iniciado gana $1.200.000, ubicándose en el noveno escalón de ingresos más altos del país. "Competitivamente, son sueldos altos. El problema no es solo económico, sino la falta de controles éticos y de formación adecuada", subrayó.

Jofré propuso incorporar profesionales con formación en criminología, trabajo social o psicología a la Policía, con procesos de selección que evalúen la conducta ética de los postulantes. "Si ofrecemos sueldos competitivos y un sistema de selección basado en la meritocracia, con jubilación a los 45 años, tendríamos una policía más profesional", aseguró.

Finalmente, el experto llamó a establecer códigos de ética estrictos y sistemas de rendición de cuentas robustos, siguiendo modelos internacionales. "Sin controles civiles objetivos y formación ética puntillosa, los hechos de corrupción se repetirán. Es hora de discutir la formación, los ascensos y el rigor en la selección de los cargos policiales", concluyó.

Entrevista de Miguel Clariá y Juan Federico.