El crimen del ministro Rojas: tres años de un caso sin esclarecer en Catamarca

A casi tres años del asesinato del ministro de Desarrollo Social de Catamarca, Juan Carlos Rojas, la Justicia provincial retomó medidas clave en la investigación. El fiscal Hugo Costilla ordenó una reconstrucción tridimensional de la escena del crimen, con la participación de peritos, especialistas en criminalística y personal forense, para intentar esclarecer las circunstancias en las que fue hallado muerto el funcionario en diciembre de 2022.

El procedimiento se realizó en el domicilio de Rojas y contó con la intervención de licenciados en criminalística, personal policial con drones y especialistas del Ministerio Público Fiscal. Según informó su hijo, Fernando Rojas, el material obtenido será analizado por una junta forense en Córdoba, integrada por expertos locales y miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quienes realizarán un ateneo para evaluar las pruebas.

Además, la fiscalía recibió un informe del Cuerpo de Investigaciones Judiciales de la Ciudad de Buenos Aires destinado a determinar si los hematomas detectados en el cuerpo del ministro fueron anteriores o posteriores a su muerte.

Rojas fue encontrado muerto el 3 de diciembre de 2022 en su vivienda de la capital catamarqueña. En un primer momento, la muerte fue atribuida a causas naturales, pero la autopsia confirmó que se trató de un asesinato a golpes.

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Fernando Rojas recordó que el primer fiscal que intervino "sigue trabajando con normalidad, al igual que los funcionarios que avalaron la hipótesis de muerte natural". Criticó la falta de avances iniciales y destacó que recién con la llegada del fiscal Costilla "la investigación cambió de rumbo".

Según el hijo del ministro, la causa se centra ahora en el Ministerio de Desarrollo Social, donde su padre detectó presuntas irregularidades millonarias durante la gestión anterior de Maximiliano Rivera y la actual de Gonzalo Mascheroni, sobrino del dirigente sindical Luis Barrionuevo. "La investigación se enfocó en el faltante de miles de millones que mi papá había descubierto", sostuvo en Cadena 3.

Rojas también afirmó que los dos teléfonos celulares del ministro, uno personal y otro corporativo, fueron borrados y no conservaron registros de llamadas ni mensajes con el gobernador Raúl Jalil, con Barrionuevo ni con la entonces ministra nacional de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, con quien el funcionario se había reunido dos días antes de morir para tratar la rendición de fondos de la provincia.

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"La investigación está fija sobre lo que sospechamos desde el primer momento: un faltante de miles de millones de pesos. Mientras tanto, en Catamarca persiste el silencio del gobierno, del sindicato y de la dirigencia peronista", expresó Fernando Rojas.

A tres años del crimen, la familia del ministro insiste en que se trató de un asesinato vinculado a su labor como funcionario público, y reclamó que la Justicia avance en la identificación de los responsables materiales e intelectuales.

"No nos vamos a sumar a este intento de silenciar y olvidar un asesinato. Fue un crimen y falta saber quién y por qué", concluyó Fernando Rojas.

Entrevista de Miguel Clariá.