El 24% del precio de un kilo de pan se destina a impuestos, según un informe

Un reciente informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo Argentino (FADA) expone la carga impositiva que enfrentan los consumidores al comprar alimentos básicos como pan, leche y carne, destacando que un cuarto del precio final corresponde a impuestos.

La economista jefe de FADA, Nicolle Pisani Claro, explicó en diálogo con Cadena 3 los detalles del estudio, que pone en evidencia cómo los impuestos superan las ganancias de los productores en productos esenciales como la leche.

Según el informe, al comprar un kilo de pan, el 24% del precio se destina a impuestos nacionales, provinciales y municipales. "Si compramos cuatro bolsitas de pan, una de ellas son impuestos", ilustró Pisani Claro.

En el caso de la leche, la proporción es similar: "Un vaso de un sachet de leche son impuestos". Para los criollos, un tercio del precio de una docena corresponde a tributos. Estos porcentajes incluyen el IVA, que grava al pan y la carne con una alícuota reducida del 10,5%, pero a la leche con un 21%, más los ingresos brutos a nivel provincial. Ambos son particularmente gravosos para los sectores de menores ingresos, que destinan una mayor proporción de su salario a alimentos.

Pisani Claro señaló que la estructura tributaria actual genera un desequilibrio. "En un sachet de leche, el 67% del precio son costos de producción, el 26% son impuestos y solo el 7% son ganancias distribuidas en toda la cadena". Esto implica que los impuestos superan ampliamente las utilidades de productores, industriales y comerciantes.

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"El Estado es como un socio vago que no madruga, no asume riesgos productivos y se lleva más que quienes trabajan en la cadena", subrayó la economista, destacando el esfuerzo de tamberos, industriales y comerciantes que enfrentan riesgos y, en muchos casos, operaron con pérdidas en los últimos años, mientras el Estado mantuvo su recaudación.

Consultada sobre las razones por las que los gobiernos no reducen los impuestos en alimentos, Pisani Claro identificó un dilema entre la necesidad de recaudación para financiar salud, educación e infraestructura y el impacto negativo de los tributos en el consumo, especialmente para los más vulnerables.

"El IVA y los ingresos brutos son los principales impuestos. Reducirlos requiere revisar la estructura tributaria, pero hay que dar pasos, como ajustar la alícuota del 21% en productos como la leche", propuso la economista jefe de FADA.

El informe refuerza el debate sobre la transparencia fiscal y la necesidad de aliviar la carga impositiva en los alimentos, un reclamo que toma relevancia en un contexto de dificultades económicas.

Mientras los productores asumen los riesgos y los consumidores enfrentan precios elevados, el Estado se lleva una porción significativa sin contribuir al proceso productivo, lo que genera múltiples críticas sobre la equidad del sistema tributario.

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Entrevista de Miguel Clariá y Guillermo López.