Ataques a policías: la familia de la cadete denunció un hostigamiento permanente

Un grave episodio de violencia se desató en barrio Las Magdalenas (Camino 60 Cuadras), en Córdoba, donde una cadete policial de 26 años, identificada como Brisa, y su familia fueron brutalmente atacados por un grupo de jóvenes, presuntamente motivados por el odio hacia la Policía.

El incidente, que dejó a varios miembros de la familia heridos y daños materiales en su vivienda, refleja la creciente hostilidad que enfrentan los efectivos policiales en algunos sectores, según denunció el jueves el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, en diálogo con Cadena 3.

El relato de los hechos, proporcionado por Marcela, madre de la cadete, detalla una escalada de agresiones que comenzó hace aproximadamente 25 días. Según la mujer, todo inició cuando Brisa y su hermano regresaban de realizar actividad física, una rutina diaria para mantenerse en forma para sus labores como cadetes.

Al pasar por un grupo de entre cinco y seis jóvenes, de entre 15 y 18 años, estos comenzaron a provocar a Brisa con insultos como "muerte a la yuta" y canciones despectivas hacia la Policía. El hermano de Brisa intentó defenderla, lo que desencadenó más agravios y amenazas. Marcela y su esposo intervinieron para disuadir a los agresores, quienes finalmente se retiraron tras una discusión acalorada. Brisa grabó parte del incidente, lo que enfureció aún más al grupo.

La situación se agravó el viernes pasado, cuando los mismos jóvenes aprovecharon la ausencia de los padres y la hermana para increpar nuevamente al hermano de Brisa, Fabricio, en una plaza cercana a la vivienda. 

Marcela, al percatarse de la discusión, intentó calmar los ánimos y pidió a su hijo que ignorara las provocaciones, pero los insultos escalaron a agresiones físicas. "Peleá, maricón, peleá, no está tu papá para defenderte", gritaban los jóvenes, según relató Marcela a Cadena 3. Cuando ella intentó intervenir, el grupo comenzó a arrojar golpes y patadas.

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En ese momento, Brisa y su padre, Luis, regresaban de la farmacia y el banco. Al ver la situación, frenaron el vehículo y bajaron para detener la agresión. Sin embargo, los jóvenes redirigieron su violencia hacia Brisa, insultándola nuevamente con gritos de "la yuta, la yuta".

La situación se tornó caótica cuando una mujer, presuntamente familiar de los agresores, se sumó al ataque, tomando a Marcela de los pelos. La violencia escaló aún más con la llegada de entre 20 y 30 personas, quienes arrojaron una lluvia de piedras desde un montículo de escombros cercano.

El ataque dejó graves consecuencias: Fabricio sufrió heridas en la cabeza y el cuerpo, Luis recibió un golpe en la cabeza, y Brisa terminó con un corte en el mentón que requirió cuatro puntos de sutura, además de otro tajo en la cabeza.

Marcela también fue golpeada, recibiendo una trompada. Los vidrios de la vivienda fueron destrozados y los daños materiales aún están siendo evaluados. "Era una lluvia de piedras frente a mi casa", describió Marcela, visiblemente afectada.

El ministro Quinteros había advertido previamente sobre la situación que enfrentan los policías en ciertos barrios, donde, según afirmó, los efectivos saben que al ingresar corren riesgo de salir heridos debido a ataques premeditados con piedras y otros elementos. Este caso en Las Magdalenas pone en evidencia esa realidad. Actualmente, Brisa se encuentra bajo custodia policial y, por temor, se está quedando en la casa de un familiar, fuera de su hogar.

Las autoridades investigan el incidente para identificar a los responsables, quienes, según Marcela, son conocidos en la zona por hostigar constantemente a la Policía durante operativos. La familia, aún conmocionada, exige justicia y medidas para garantizar su seguridad.

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Informe de Lucía González.